Aprobado el proyecto de Ley de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera
La norma busca reforzar la capacidad para afrontar la contaminación del aire, en particular en núcleos urbanos de más de 250.000 habitantes
El Consejo de Ministros aprobó hoy el proyecto de Ley de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera, una norma que busca reforzar la capacidad de acción para afrontar los problemas de la contaminación del aire, en particular en núcleos urbanos de más de 250.000 habitantes y que está inspirada en los principios de cautela y acción preventiva, de corrección de contaminación en la fuente y de "quien contamina paga".
La Ley de Calidad del Aire Protección de la Atmósfera se enmarca en la Estrategia Española de Calidad del Aire y sustituye a la Ley de Protección del Medio Ambiente Atmosférico de 1972, que, según el Gobierno, "ha quedado desfasada".
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La contaminación atmosférica es motivo de una "seria preocupación" en España y el resto de Europa, sostiene la Administración Central, porque existen niveles de contaminación "con efectos adversos muy significativos" para la salud humana y el medio ambiente, particularmente en las aglomeraciones urbanas. No en vano, según un reciente estudio de la Comisión Europea, la contaminación atmosférica causa en Europa 350.000 muertes prematuras al año, de los que 16.000 corresponden a España.
Así, aunque la aplicación de la estrategia supone un coste adicional progresivo con respecto a los gastos de las medidas actuales, que debería ascender, según los datos que baraja el Ejecutivo, a 7.100 millones de euros al año a partir del 2020, los ahorros conseguidos en materia de salud se evalúan en 42.000 millones de euros al año.
Reducir las muertes prematuras
En este sentido, el Ministerio de Medio Ambiente aseguró que el número de muertes prematuras debería pasar de 370.000 en el año 2000 a 230.000 en el año 2020 (frente a 293.000 en el año 2020 si no se aplicara la estrategia).
En España, las evaluaciones de la calidad del aire demuestran que los principales problemas son similares a otros países europeos, aunque en algunos casos agravados por las especiales condiciones meteorológicas (mayor radiación solar que favorece la contaminación fotoquímica y por tanto la formación de ozono, la resuspensión de partículas por escasez de lluvia, etc,) y geográficas (episodios de intrusiones de partículas de origen sahariano).




