El Atlético gana a Osasuna (1-0) y entra en puestos de Champions

El portugués Zé Castro, con un gol a ocho minutos del final, rescató al Atlético de Madrid de otra decepción frente al Osasuna, tras la eliminación en Copa del Rey, en un duelo que hizo justicia a la ambición de los rojiblancos en la segunda mitad, en la que incluso desperdiciaron un lanzamiento de penalti.

Fue un triunfo merecido de los locales, sobre todo por sus ocasiones tras el descanso, ante un conjunto navarro que acabó con siete jugadores sobre el terreno de juego, después de las expulsiones de Cuéllar, Ricardo, Soldado y Raúl, y que se diluyó en la segunda parte, tras su buen primer tiempo.

El Osasuna, al igual que el pasado miércoles en Copa del Rey en el Reyno de Navarra, diseñó un partido intenso, con superioridad de hombres en el centro del campo y una asfixiante presión que le permitió conquistar esa zona del terreno de juego desde el inicio del duelo.

El Atlético, ahogado en su creación de juego y sin margen de maniobra ante el acoso de los jugadores visitantes, perdía con suma facilidad la pelota, incapaz de superar la presión rival, pese a disponer de la primera ocasión, en un rechace a disparo de Luccin que el argentino Agüero, dentro del área, envió alto.

El Atlético, sin profundidad

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No hubo muchas opciones más de gol en toda la primera mitad, con excesivas interrupciones y que se calentó con el paso de los minutos. Una entrada sobre Jurado desató definitivamente la tensión entre ambos equipos y provocó varios empujones entre unos y otros futbolistas, saldados con dos amarillas, una para cada bando.

El Atlético, entre tanto, jugó a impulsos, igual que Osasuna, pero ninguno de ellos con la profundidad y la precisión necesaria para inquietar de verdad a los porteros, salvo por algunos disparos, todos desviados, de ambos equipos: Maniche, por parte local, y Raúl García y el iraní Nekouman, por lado visitante.

Más peligro llevó una acción de ''Kun'' Agüero, que se deshizo de dos rivales, pero que conectó un tiro centrado y detenido por Ricardo, al que sus principales problemas llegaban en balones aéreos sin rematador en el área. Así concluyó la primera parte, ya sin el mexicano Javier Aguirre, expulsado en el minuto 41, en el banquillo.

El Atlético acariciaba el gol

El técnico, con la intención de minimizar la superioridad navarra en el centro del campo, reestructuró esa zona en el descanso y dio entrada a Gabi por el argentino Galletti, pero el Atlético mantuvo sus dificultades para salir con el balón medianamente jugado, aumentado aún más por la indecisión del colombiano Perea y la falta de ofrecimientos por parte de los medios.

El conjunto rojiblanco, por eso, se encomendó a alguna jugada aislada, al talento de Fernando Torres o Agüero, los protagonistas de la mejor ocasión hasta ese momento, en una hábil acción por la banda del argentino, culminada con un remate del ariete madrileño y parada desde el suelo por Ricardo.

El partido, tan caliente como en la primera parte, invitaba más al optimismo del Atlético que del Osasuna, que ya no se sentía tan cómodo, sobre todo cuando Agüero entraba en contacto con el balón, como en otra acción individual en el área, en la que picó la pelota, pero su intento chocó con la salida del portero rival.

El Atlético acariciaba el gol. Primero con un contragolpe mal finalizado por Jurado, cuando Agüero esperaba el balón en el otro lado del área, y después con un penalti de Cuéllar sobre Fernando Torres, que además supuso la expulsión del defensa visitante, pero el lanzamiento del capitán rojiblanco se marchó fuera.

Esa parecía la última oportunidad del equipo madrileño, que, en una acción sin aparente peligro, convirtió el 1-0, tras una serie de rechaces en el área y un disparo ajustado de Zé Castro. El portugués firmó la revancha del Atlético ante Osasuna, que acabó con siete tras las expulsiones de Roberto Soldado, por un codazo sobre el central luso, el portero Ricardo, por desplazar el balón, y Raúl García, por una entrada en el tiempo de descuento