El Arsenal gana al Manchester 2-1
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Sin embargo, el corazón, el carácter de Cesc Fábregas, la llegada de Eboué, la agresividad del Arsenal en los últimos diez minutos, la sapiencia de Wenger que sacó a Van Persie en el momento clave, dieron al Arsenal un triunfo que certifica una semana más a la Liga inglesa como el mejor campeonato del mundo.
Hubo gran nivel. Espectacular. Curiosamente fueron dos laterales los hombres del partido. Los dos decisivos. Uno, en el Arsenal, Eboué, con un derroche físico que le permitió dar a Henry el gol del triunfo. El otro, Patrice Evra, el zurdo francés del United que destrozó a Hleb, a Clichy y al mismo Cristiano Ronaldo.
El United salió fuerte. Con Ryan Giggs rehabilitado para el fútbol de elite, el Manchester dio guerra, asumió con autoridad la posesión del balón y apareció Larsson inquieto en el primer cuarto de hora.
Sin embargo, el Arsenal comenzó a levantarse al quitarle la pelota. A partir del minuto 20, Cesc Fábregas comenzó a mandar, tanto él como Flamini apretaron a Scholes a a Carrick, y el Arsenal salió con velocidad, con Henry echado a la izquierda y buscando la conexión con Rosicky.
Henry, a los 32 minutos, culminó de cabeza una contra de Cesc con pase final de Adebayor desde la derecha. Pero Van der Sar estuvo atento. El United decepcionó en este tramo. No hubo noticias de Cristiano Ronaldo, tampoco de Rooney en el primer tiempo. Lo mejor del United fue la llegada de Patrick Evra desde el lateral izquierdo. Evra, uno de las reccomendaciones de Carlos Queiroz a Ferguson en su día, firmó un partido notable.
Evra siempre intentó sorprender. Enfrente, en el Arsenal, Eboué, el marfileño del Arsenal, le hizo la vida imposible a Ronaldo. El portugués sólo respiró cuando se echó al centro. Por su carril, la explosión de Eboué le impidió maniobrar. Con dominio del Arsenal, se llegó al descanso.
En el segundo tramo, Rooney hizo el 0-1, pero una acción repleta de carácter de Cesc Fábregas peleando un balón imposible, le dio a Rosicky la fe para dar un balón de gol a Van Persie. Era el 1-1. De ahí al final, ida y vuelta. Con suerte final para el Arsenal que mantiene viva la Premier en la lucha por el título.