Un vocal califica de "caudillo del bando nacional" al presidente del CGPJ
López Tena denuncia que Hernando gestiona el órgano de los jueces como un "señorito andaluz"
El vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Josep Alfons López Tena, nombrado a propuesta del grupo parlamentario de CIU, ha presentado una demanda contra el presidente de este órgano, Jose Francisco Hernando, al que califica de "caudillo", que actúa al modo en que "un señorito andaluz administra su cortijo".
López de Tena denunció ayer las supuestas irregularidades cometidas por Hernando en el nombramiento de un magistrado para la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), al negar al recurrente el "derecho a debate y votación" de la propuesta.
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Al parecer, y según la demanda del vocal, el presidente del CGPJ "administra los tiempos del modo más favorable a su grupo de vocales y a la conveniencia del PP, el dueño del Consejo hasta la fecha, muy interesado en controlar la Sala de Justicia que es competente para juzgar a los altos cargos políticos del País Vasco".
Y es que, para López de Tena, "Hernando, es un secreto a voces, gestiona el cargo de Presidente junto con su "guardia pretoriana" (el grupo de vocales propuestos por el PP), al modo en que un señorito andaluz administra su cortijo, sintiéndose amo y señor del territorio".
"Los rojos" y "el caudillo del bando nacional"
El vocal propuesto por CIU llega a denunciar el lenguaje guerracivilista que se utiliza para identificar a las distintas posturas dentro del Consejo. "En el 'lenguaje de pasillo' del grupo de vocales del PP, el recurrente forma parte o está encuadrado en el 'bando rojo-separatista' compuesto por vocales propuestos por los grupos parlamentarios del PSOE, IU (los 'rojos') y CIU (el 'separatista')". Y añade que "por deducción, al Sr. Hernando le correspondería el título de 'caudillo' del 'bando nacional'".
Esta no es la primera vez que el vocal López Tena utiliza la ironía para criticar a Hernando. Justo hace un año, el consejero se preguntaba si "un imbécil puede ser juez" tras "ver, oír y escuchar a Hernando, con cierta reiteración televisiva, incluso diría delectación en las imágenes, planteando que aprender la lengua catalana era similar a matricularse en el baile de sevillanas".
