El Deportivo vence al Mallorca de penalti (1-0)

El Deportivo de La Coruña volvió a hacer daño al Mallorca de penalti, como ocurrió el pasado mes de enero en la Copa del Rey, y consiguió una victoria de oro (1-0) en su lucha por escaparse del peligro.

En la misma batalla está el Mallorca, que planteó el choque con la misma filosofía del duelo de octavos de final de Copa, la que le dio un empate (1-1) en Riazor, y repitió frustración con la derrota mínima ante los blanquiazules.

Los baleares asumieron la iniciativa en el juego ante un Deportivo replegado, centrado en presionar al rival en el centro del campo y en tratar de sorprenderle al contragolpe, con la velocidad de jugadores como el uruguayo Fabián Estoyanoff y el ex barcelonista Cristian.

Con esas armas, el delantero catalán, caído a banda, disfrutó de la primera ocasión del partido, tras un excelente pase del canadiense Julien de Guzmán, y un disparo colocado que Toni Prats desvió con algunos problemas.

Sólo el Dépor llevaba peligro

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La oportunidad del Deportivo no intimidó al Mallorca, que continuó defendiendo el control del esférico, pero sin llevar peligro a la portería del israelí Dudú Aouate, cómodo hasta que tuvo que intervenir en una falta peligrosa ejecutada por el venezolano Juan Arango.

En el otro área, Riki y Arizmendi, convocado por el seleccionador nacional Luis Aragonés para el amistoso de la próxima semana con Inglaterra, amenazaron la tranquilidad de los mallorquines con dos remates de cabeza que se marcharon fuera.

Poco se animaron ambos conjuntos hasta el descanso, y sólo el Deportivo llevó peligro a la portería de Prats después de un fallo del portugués Nunes en la cobertura que dejó en posición privilegiada a Estoyanoff, quien no pudo culminar la acción.

En cambio, sí convirtió el centrocampista uruguayo, sobre la bocina de la primera parte, un riguroso penalti cometido por Jordi López sobre Arizmendi tras una falta colgada al área del conjunto mallorquín.

Los bermellones, más ambiciosos tras el gol

El gol no cambió el panorama en la segunda mitad, que comenzó como la primera, con el Mallorca más dinámico que el Deportivo, con el peso del partido en su poder y los coruñeses con la idea de resolver el choque en una contra.

Los bermellones se esforzaron por dar trabajo a Aouate, que no tuvo la tranquilidad de la que gozó hasta el descanso, aunque tampoco necesitó emplearse porque el Mallorca, ambicioso con Ibagaza y Arango, no encontró portería pese a su gran insistencia, hasta los minutos finales.

Tampoco la encontró el Deportivo, que modificó la línea de ataque con la entrada del uruguayo Sebastián Taborda y del centrocampista Pablo Álvarez, debutante en Primera División, pero que sumó tres puntos muy importantes en la lucha por la permanencia, en la que está también inmerso el Mallorca.