Internacional

Los políticos franceses cierran filas en torno a la revista que publicó las caricaturas sobre Mahoma

El ministro del Interior, Nicolás Sarkozy, envía un mensaje de apoyo a la publicación

París

De la izquierda a la derecha, la clase política francesa ha cerrado filas en torno a la revista satírica Carlie Hebdo por la publicación de las caricaturas danesas sobre Mahoma en Francia. Si el primer secretario de los socialistas, Francis Hollande, comparece esta tarde en el juicio que se ha abierto en París y el líder de los centristas, François Bayrou, lo hará mañana; el abogado de la publicación ha leído un mensaje de apoyo del candidato de la derecha, Nicolás Sarkozy, en el que asegura que "prefiere un exceso de caricaturas, que su ausencia".

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Una postura que no ha gustado entre las organizaciones islámicas de Francia -en el origen de la querella por injurias- que han reunido al órgano directivo del Consejo francés de Culto Musulmán y no descarta dimitir en bloque, toda vez que el propio Sarkozy es el ministro de Cultos en Francia y promovió la creación del órgano representativo de los musulmanes franceses, que, de alguna manera, se siente desautorizado.

Por lo demás, el desarrollo de la vista se ha centrado en el derecho a la libertad de expresión en un país laico como Francia. El director de Charlie Hebdo, Philippe Val, ha argumentado que "si la religión pretende organizar la vida de la gente, debe aceptar las críticas porque forma parte del juego democrático".