Rifi-rafe de directivos tras el derbi sevillano

El empate a cero que ha registrado el Betis-Sevilla de Liga sirve de poco a los dos equipos, al local en su intención de poner más tierra de por medio con la cola y al visitante para mantenerse fuerte arriba, pero el hecho de no perder ante el ''eterno rival'' dejó conforme a todos. Un duelo muy igualado y con pocas ocasiones de marcar por ambas partes en las que nadie ha estado fino para desequilibrar la balanza. Esta vez, las trifulcas vinieron del palco, en el que las directivas se acusan de agresiones mutuas.

A diferencia del derbi disputado la pasada semana en el Sánchez

Pizjuán, ida de los cuartos de final de la Copa del Rey (0-0), los verdiblancos sí salieron con más intención a por el partido. Los de Luis Fernández se han acercado mucho a las inmediaciones del área visitante y pronto crearon ocasiones del gol, la más clara con un penalti a los once minutos discutido por los sevillistas por derribo del brasileño Daniel Alves sobre Fernando Fernández.

La pena máxima la resolvió mal el brasileño Robert da Pinho, quien mandó el balón muy alto, pero eso no descentró al Betis, que ha sabido mantener su dominio ante un rival que tuvo poco el balón y que salió sin fe al ataque. Se equilibró el encuentro mediado el primer período, porque el conjunto local fue mejor amarrado en el centro del campo y ello propició que el Sevilla se moviera con más fluidez, sobre todo con el brasileño Adriano por su banda derecha, e iniciara acciones ofensivas, como un remate fuerte y por bajo desde fuera del área que efectuó Jesús Navas. A ello se unió también la lesión del centrocampista Arzu, uno de los destacados del Betis hasta entonces y que le dejó su puesto a Rivera, lo que se notó hasta el descanso, hasta el punto de que fue el Sevilla el que dominó.

La segunda parte se inició muy viva, con el equipo de Juande Ramos bien posicionado sobre el terreno y un rival que volvió a mostrar la intensidad del comienzo del partido. Los sevillistas estuvieron cerca de abrir el marcador a los 56 minutos en una jugada embarullada dentro del área chica que acabó con el balón repelido por la cepa de un poste. La vivacidad en el juego derivó en algunos lances fuertes que motivaron faltas y que el partido estuviera mucho tiempo detenido, circunstancia que benefició al equipo del barrio de Nervión en su intento de no irse de vacío de Heliópolis.

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El Sevilla, incluso, fue el que ya en el tramo final tuvo mejores opciones de desequilibrar el marcador, aunque Robert, en un despiste defensivo visitante, gozó de una clarísima que no fue gol por la buena intervención de Palop. Esa jugada volvió a espolear a los locales y a abrir un choque que entró en sus últimos minutos con la sensación de que ambas formaciones daban por bueno el empate, resultado que fue al que se llegó.

Agresión a Del Nido

Exceptuando el lanzamiento de objetos a la portería del guardameta sevillista, Andrés Palop, el rifi-rafe una vez terminado el partido, pero en las altas esferas de ambos equipos. A la conclusión del partido, los directivos se enzarzaron en un virulento cruce de declaraciones seguido de una negativa de los dirigentes sevillistas a recibir un presente conmemorativo del centenario e incluso a un presunto conato de agresión al presidente del Sevilla, José María del Nido.

El vicepresidente del Sevilla, José Castro, ha explicado a los periodistas que el sobrino y consejero bético de Manuel Ruiz de Lopera, Javier Páez, “ha empujado al presidente, que no ha caído por las escaleras de milagro" y ha denunciado que sus homólogos béticos "cambiaron de ubicación a la representación del Sevilla tres minutos antes del partido".

José María del Nido ha pasado por alto el presunto incidente pero ha dejado un recado dialéctico al rival: "Prefiero no hablar de ese asunto. Sabemos dónde estamos y el estilo con el que nos tratan, puro estilo Betis. Prefiero no decir nada, pues afortunadamente estamos en otra guerra", ha comentado al respecto. Por su parte, Óscar Arredondo, abogado del Betis y miembro de la Comisión que organiza el centenario, ha asegurado que "quien ha sido insultado y agredido ha sido un consejero del Betis por parte del presidente del Sevilla", al que piensa "denunciar ante el Comité Antiviolencia y ante la Federación Española".

"He escuchado muchas mentiras. La verdad objetiva es que estos señores se han comportado de una forma lamentable. Protocolariamente es lo peor que he visto en mi vida. No han querido recoger un obsequio porque el busto de nuestro máximo accionista estaba allí y a partir de ahí se ha roto el protocolo. Ha sido todo nauseabundo", ha espetado como conclusión.