Los estudiantes franceses aprenderán una palabra nueva cada día
El Ministerio de Educación pretende con esta medida combatir la pobreza linguística de los escolares
Saber contar, leer y escribir. Parece básico, pero el importante número de jóvenes franceses que salen de la enseñanza obligatoria siendo analfabetos funcionales está llevando a la educación nacional a volver a los fundamentos.
Desde el próximo curso los párvulos tendrán que ampliar su vocabulario a razón de 365 nuevas palabras al año, y así hasta secundaria. Se cacula que al inicio de intantil una cuarta parte de los chavales conoce solo 3.000 palabras complejas, frente a los 8.000 de los más avanzados.
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Esta diferencia se acentúa según pasan los cursos. Para superarlo, desde los tres años, dos horas por semana, los alumnos deberán aprender palabras que no se utilicen en el ámbito familiar, pero tampoco rebuscadas.
Empezarán, por ejemplo, con semejante, y se terminará con melodía. Los chavales deberán acostumbrarse a buscar en el diccionario y a expresarse oralmente más allá del verbo flipar y del adjetivo guay.