Los árbitros han recibido instrucciones durante el parón liguero para acabar con las protestas
Cuando la Liga de primera división quedó interrumpida por los compromisos de la selección española, los árbitros estuvieron concentrados en la Ciudad del Fútbol de las Rozas para realizar una serie de pruebas físicas y de charlas técnicas en las que se analizaron circunstancias del juego a partir de casos concretos y se trasladaron a todos los colegidos las recomendaciones que los árbitros UEFA ya recibieron en un curso el pasado mes de febrero.
Entre esas recomendaciones estaba la de no dejar pasar las protestas airadas, sobre todo cuando un jugador recorre cierta distancia para llegar hasta el árbitro y protestarle una de sus decisiones.
Cuestión de formas
"Es una cuestión de formas", matiza Manuel Díaz Vega, director técnico del Comité Técnico de Árbitros (CTA). "Hasta el año pasado, en casos como los de ayer de Javi Paredes y Luccin, el árbitro se limitaba a reflejar en el acta lo que ocurría después del pitido final. Ahora, aunque el encuentro haya terminado, debe mostrar la tarjeta de la que sea merecedor el jugador en función de la infracción que cometa".
Sobre el asunto concreto del francés el Atlético de Madrid, que según el acta llamó "tonto" repetidamente al colegiado vasco Pérez Lasa, Díaz Vega señala lo siguiente: "Por la razón que sea, por el resultado o porque las cosas no han ido bien ha perdido los nervios. Es un jugador que siempre ha tenido un comportamiento deportivo".
El campeonato ya ha entrado en esa fase en la que cada punto puede valer una Liga, un puesto europeo o una permanencia y en la que, para criticar el desempeño de los árbitros, en ocasiones se utilizan términos similares a los que anoche utilizó el presidente del Celta Carlos Mouriño: "Me siento atracado", dijo.
"Peor quien lo dice que quien lo hace"
Díaz Vega confiesa que "esto es algo a lo que nunca se acostumbra" y que le produce "cierta intranquilidad. Esas declaraciones altisonantes son extemporáneas teniendo en cuenta el buen tono general que han guardado esta temporada dirigentes, entrenadores y jugadores para con los árbitros. Entiendo el nerviosismo y la preocupación de los dirigentes porque verse amenazados de perder la categoría es algo duro. Pero de ahí a utilizar ciertos términos que no se pueden demostrar porque no existen Dejan en peor lugar a quien los dice que a quien los recibe".




