Keith Richards niega que se hubiera esnifado las cenizas de su padre
Asegura que "la verdad del asunto es que planté un roble inglés y ahora él [su padre] está criando el árbol y me querría por ello"
Después de confesar que había esnifado las cenizas de su difunto padre, el guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, salió ayer al paso del revuelo levantado por esas declaraciones y aseguró que "toda la historia ha sido un malentendido". "La verdad del asunto es que planté un roble inglés. Destapé la urna de las cenizas y ahora él (su padre) está criando el árbol y me querría por ello", explicó Richards, de 63 años, en un comunicado de prensa.
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"Sólo intentaba expresar lo unidos que estábamos Bert (su padre) y yo", precisó el músico al recordar el fallecimiento de su progenitor hace cinco años. "Yo no habría tomado cocaína en ese momento de mi vida, a menos que quisiera suicidarme", añadió Richards.
Estas declaraciones contrastan con las recogidas hoy por la revista juvenil británica NME, en las que el rockero afirma haber mezclado la cocaína con las cenizas de su padre, fallecido en 2002, durante una juerga. "¿La cosa más rara que he intentado esnifar? Mi padre. Me esnifé a mi padre", asegura Richards en esa entrevista, en la que relata cómo su padre fue incinerado y no pudo resistirse a hacerse 'un tirito' (dosis para esnifar) con él.
Por su parte, el periodista que entrevistó a su 'Satánica Majestad', Mark Beaumont, ha insistido en la veracidad de las declaraciones que aparecen en la revista: "No fue fácil sacarle la información, tuve que preguntarle por ello varias veces para conseguir esa información. No fue algo que dijera a la ligera".
Con esta nueva controversia, Richards ha escrito una página más en su particular leyenda, alimentada también por la caída que sufrió en las islas Fiyi el año pasado. Ese percance, que le costó al guitarrista una operación quirúrgica, obligó a suspender los conciertos de los Rolling Stones previstos para mayo de 2006 en Madrid, Barcelona, Valladolid y El Ejido.