Un ex directivo de Apple dice que Jobs conocía los problemas con las 'stock options'
El regulador bursátil de EE UU investiga las irregularidades cometidas por los directivos de la empresa
Madrid
La evolución de las ventas de iPods y ordenadores Mac equipados con procesador Intel podrían impulsar los resultados trimestrales de Apple, cuya publicación está prevista para hoy, pero los directivos de la compañía informática afrontan un incierto futuro ante la investigación abierta por el organismo regulador del mercado de valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) por irregularidades en la gestión de las opciones sobre acciones. Ayer se presentaron cargos contra dos directivos y uno de ellos derivó la responsabilidad al presidente de la compañía, Steve Jobs.
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La SEC investiga a los directivos de Apple por la supuesta concesión fraudulenta de unas stock options con carácter retroactivo. Esta práctica consiste en hacer figurar que las opciones sobre acciones se constituyeron en una fecha anterior a la real, en la que los títulos de la compañía se valoraban a un precio menor que el que tenían cuando realmente fueron concedidos. De esta forma, la ganancia que se logra en la venta crece considerablemente.
En el marco de la investigación que sigue por este asunto, el regulador bursátil estadounidense anunció ayer que no habría acciones legales contra la compañía, pero que si había presentado cargos civiles contra dos directivos. Uno de ellos ha alcanzado un acuerdo con uno de los ejecutivos, Fred Anderson, que ha accedido a pagar 3,5 millones de dólares (2,5 millones de euros) en concepto de multas para zanjar el asunto.
Anderson, de 62 años, no ha admitido haber cometido ninguna irregularidad, y pero ha hecho público un comunicado en el que se afirma que el responsable financiero de la compañía advirtió a su jefe, Steve Jobs, de los problemas legales que podrían derivarse de cambiar la fecha de concesión de las opciones sobre acciones. El presidente de Apple respondió que el cambio de fecha seguiría adelante, según su abogado, pues la decisión había sido aprobada por el consejo de administración de la compañía.
Estas afirmaciones chocan con las explicaciones dadas en semanas anteriores por Apple, que viene sosteniendo que su presidente nunca se benefició financieramente de ese cambio de fecha y, sobre todo, nunca conoció las implicaciones legales que podría tener esa decisión. La SEC, en todo caso, no ha dicho que vaya a actuar contra Jobs, aunque las declaraciones de Anderson ponen al gurú tecnológico en el centro de la escena.
Además de contra Anderson, la SEC ha presentado cargos contra la consejera de la compañía Nancy Heine, que ha decidido no llegar a ningún acuerdo con el organismo regulador y seguirá adelante con su defensa ante los cargos civiles que pesan contra ella. En ellos se le acusa de participar en la concesión de carácter retroactivo de stock options y de alterar los registros de la compañía para ocultar el fraude. Tanto Heine como Anderson abandonaron Apple pocas semanas después de que se conociera su participación en el polémico cambio de fecha de las opciones sobre acciones.
La práctica investigada es habitual en Silicon Valley y se suele utilizar para premiar a directivos, mantener a trabajadores que han sido tentados otras empresas, o reclutar a nuevos empleados. No es una práctica necesariamente ilícita, pero sí genera problemas legales cuando no se informa apropiadamente sobre ella, pues puede ser una vía para inflar los beneficios corporativos o pagar menos impuestos.