El Barcelona gana por la mínima al Getafe (1-0)

El Barcelona sigue con opciones ligueras después de una lección de épica ante el Getafe (1-0), en un partido en el que los de Frank Rijkaard resistieron los embates de un rival que jugó durante 50 minutos con uno más, después de la expulsión de Ronaldinho antes del descanso.

Fue una nueva jornada de sobresaltos en el Camp Nou. Los azulgrana necesitaban ganar para continuar a la estela del Real Madrid, encarrilaron pronto el triunfo, con un tanto en el minuto 3, pero todo se complicó para los catalanes con la expulsión de Ronaldinho, por una entrada sobre Belenguer.

Un hipermotivado Getafe se creció cuando su rival, mermado numérica y, consiguientemente, también físicamente, no tuvo más arrestos para seguir al ataque y el Barça sufrió como nunca ha sabido sufrir durante toda la temporada.

Y eso que todo empezó bien para los locales. Una anticipación de Messi, tras un mal pase de Belenguer, una jugada individual de Eto''o, una asistencia del camerunés para Ronaldinho y el vigésimo tanto liguero del brasileño. Todo ello en menos de tres minutos, los que necesitó el Barça para adelantarse en el marcador.

Muy motivado, con mucha presión en la medular, el equipo de Rijkaard buscó imponerse desde el principio y no dejar los deberes para más adelante, algo a lo que se ha acostumbrado demasiado durante la temporada y le ha costado más de un disgusto.

Ronaldinho ty Messi, muy activos

El guión recordaba al de los últimos partidos en el Camp Nou, donde el conjunto azulgrana había dominado, pero no acababa de concretar las oportunidades y acabó sufriendo o incluso, como ante el Betis, cediendo un empate.

Ronaldinho, en el minuto 12, puso en aprietos a Abbondanzieri y Messi tuvo el 2-0, en una acción con Pulido que lo desequilibró en el área e impidió el remate del rosarino. Rondó el peligro en un remate cercano de Puyol (m.32), que no acertó a marcar, y en un disparo lejano de Eto''o (m.34), justo antes de que se produjera la jugada que pudo variar el signo del partido.

Los barcelonistas, que se quejaron durante buena parte del primer tiempo de la dureza del rival, vieron cómo Ronaldinho fue expulsado en el minuto 40. El brasileño, después de recibir dos golpes de forma consecutiva de Belenguer, vio la cartulina roja tras revolverse. Su equipo se quedó con diez, la historia del partido podía haber cambiado.

Con diez en el campo y el desgaste acumulado, el ejercicio del Barça era complicado ante un Getafe que no había llegado ni una sola vez a la puerta de Valdés en el primer tiempo.

Tensión para los de Rijkaard

A pesar de la ventaja numérica, los madrileños no se acababan de decidir y el Barça, herido en su orgullo, tuvo el segundo tanto antes del cuarto de hora del segundo tiempo.

Eto''o no acertó en un lanzamiento de falta lanzado por Deco (m.54) y el nueve barcelonista tampoco concretó una buena acción de Messi y Deco (m.58). En la siguiente acción, la defensa del Getafe sacó el balón bajo palos.

Apelando a la épica, los de Rijkaard intentaron mantener el balón, mientras los de Schuster empezaron a creer en sumar algo.

Pachón tuvo una gran oportunidad, la primera de su equipo en el minuto 62, y tres minutos después Deco estuvo a punto de sorprender a Abbondanzieri en un tiro libre.

El Barça se jugaba la Liga con un jugador menos y con el físico roto. A ocho minutos del final, Manu superó a Puyol y Oleguer estuvo listo para adelantarse a Albín en unos minutos finales con los madrileños volcados sobre la meta de Valdés y el Barça, totalmente agotado.

Celestini obligó al portero catalán a realizar una buena parada cuando el partido ya se había convertido en una guerra de nervios para los catalanes. Más cerca estuvo aún Manu, en el minuto 82, en una jugada que Oleguer sacó bajo palos.

La victoria del Barcelona es de aquellas que valen tres puntos, pero que sirven para rearmar moralmente a un equipo. Muchos se preguntan en el Camp Nou qué suerte hubiera corrido su equipo de jugar con esa intensidad durante toda la temporada.