Muere un chico que participaba en un botellón al caer a un pozo huyendo de la policía

Un joven de 16 años murió en la madrugada del sábado al domingo en la localidad almeriense de Huércal Overa al caer a un pozo de tres metros de ancho, uno y medio de largo y veinte de profundidad ubicado en un descampado donde hacía un botellón junto a otros amigos. Los chicos salieron corriendo al oir que llegaba la policía.

El Ayuntamiento de la localidad almeriense de Huércal Overa ha decretado un día de luto oficial por la muerte de un chico de 16 años, natural de esta localidad del Levante almeriense que falleció al caer en un pozo de unos veinte metros de profundidad. El alcalde en funciones de la localidad, Luis García Collado, calificó la muerte accidental del menor de "golpe muy duro" tanto para su familia, natural de la localidad y residente en la calle Uruguay de la misma, como para el municipio, puesto que el muchacho "era muy conocido por todos", por lo que la noticia "ha sido un palo grandísimo".

El cadáver del joven, cuyo cuerpo fue hallado sobre la 01.00 horas de hoy por la Policía Local en el interior de un pozo de tres metros de ancho, uno y medio de largo y veinte de profundidad ubicado en un descampado junto al polideportivo de la localidad, fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Almería a la espera de que le sea practicada la autopsia.

El hallazgo del cuerpo del muchacho se produjo horas después de que su padre, acompañado por los amigos del menor, denunciara ante la Policía Local la desaparición del mimo durante la madrugada del domingo. Fuentes de la Guardia Civil señalaron que la caída del joven al pozo se produjo de forma accidental en la noche del sábado 9 de junio, tras ser sorprendido por agentes de la Policía Local cuando, en compañía de un grupo de jóvenes, se encontraba haciendo un botellón en un descampado de la localidad. Sin embargo, según el informe de los hechos elaborado por la Policía Local cuyos datos fueron facilitados por el alcalde de Huércal Overa, la caída del muchacho se habría producido después de que éste, acompañado por sus amigos, saltara las vallas de la piscina municipal para darse un baño.

Una vez en el interior del recinto, según la versión ofrecida por García Collado, los jóvenes se asustaron al escuchar un ruido que procedía del exterior, por lo que abandonaron precipitadamente el lugar y comenzaron a correr por el descampado adyacente en el que, totalmente abierto, se encontraba el pozo en cuyo interior se precipitó el menor.