El R.Madrid culmina en el Palau una temporada de éxito colectivo
El Real Madrid ha culminado en una semana el primer doblete nacional de la entidad en más de dos décadas -veintiún años- con una fórmula de éxito que ha coronado, primero, al vestuario del equipo de fútbol y, después, al de baloncesto: la fuerza colectiva.
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El modelo y la filosofía de Joan Plaza -tercer técnico que gana la Liga ACB como debutante- han hecho posible una proeza desconocida en el club hacía ya mucho tiempo. Tutelado con el mismo acierto y discreción desde los despachos por Antonio Martín y por Alberto Herreros que desde la cancha por Plaza, el Madrid ha conquistado la trigésima Liga de baloncesto de su historia con una autoridad manifiesta en casa del gran rival, el Barcelona.
El 3-1 que ha sellado el segundo título de la temporada para la sección blanca ilustra la superioridad madridista a lo largo de una final muy igualada sobre la cancha durante los tres primeros partidos y decantada de forma incontestable en el último, que registró una máxima diferencia de diecinueve puntos a favor de los nuevos campeones.
La última ACB ante el TAU
El Madrid ganó la última ACB ante el Tau Vitoria en el Buesa Arena con el serbio Bozidar Maljkovic en el banquillo. Alberto Herreros anotó el triple que significó el título y el broche a una remontada histórica. Era el quinto partido y el factor cancha sonreía a los vascos.
Herreros dejó las canchas como campeón ese día, pero para involucrarse en un proyecto que empieza a dar frutos visibles. El pasado abril dio síntomas de fortaleza al ganar la Copa ULEB y sacar el billete para la próxima Euroliga en la ciudad belga de Charleroi contra el Lietuvos Rytas lituano.
Ese triunfo marcó el segundo punto de inflexión importante de la temporada para este equipo campeón, que ha conjugado a la perfección el juego atractivo, el brillo individual y el compromiso colectivo como guías maestras de una sección que ha encontrado el equilibrio en el banquillo y en la dirección ejecutiva.
El título europeo y la clasificación para la Euroliga 2006-07 liberó al equipo de la tensión de buscar el pasaporte para la máxima competición continental en la Liga ACB. Le otorgó el antídoto para disputar las series por el título sin la presión de tener que pescar el pase a Europa en medio de una jauría de rivales.
Joan Plaza, un técnico que nunca ha sacado pecho
Pero antes, en febrero, Joan Plaza, sus ayudantes -imprescindibles para calibrar el trabajo llevado a cabo por el Madrid- y sus chicos, atravesaron el Rubicón de la temporada. El técnico que nunca ha sacado pecho puso al Madrid líder de la Liga con trece victorias seguidas en las primeras trece jornadas y aterrizó en Málaga para jugar la fase final de la Copa del Rey con el cartel de gran favorito. Sin embargo, el Madrid cayó en la final contra el Barcelona.
El proyecto blaugrana que orientan el croata Zoran Savic como responsable directivo y el montenegrino Dusko Ivanovic desde el banco empezaba a mirar hacia el futuro con optimismo. El Barcelona entró en la quiniela de la Copa gracias a una acelerón al final de la primera fase liguera que le reportó siete victorias y el billete para Málaga. Pasó de candidato al fracaso a gran amenaza de futuro.
El Madrid pagó un mal primer cuarto en la final de la Copa que puso en duda algo más que el rendimiento concreto en una competición. Dio la impresión de que el equipo se había vuelto a deshinchar a la hora de la verdad.
Pero no fue así. Plaza y el equipo lo asimilaron como el producto de dos intensas eliminatorias -en cuartos contra el Gran Canaria y en semifinales ante el Tau- y un error de cálculo. Siguieron a lo suyo y mantuvieron la lucha por el liderato codo a codo contra el Tau hasta el última jornada de la primera fase.
El Madrid cedió la cúspide de la tabla ante un DKV Joventut que buscaba el tercer puesto para luchar en las mejores condiciones posibles por la Euroliga durante los ''play-offs''. Tampoco acusó el golpe.
Descartó al mejor Pamesa Valencia de la temporada en los cuartos de final (3-2) y a un combativo Joventut en semifinales (3-2).
Mientras, el Barcelona acababa con un desfondado Unicaja en la serie de apertura y arruinaba la temporada de Maljkovic al frente del Tau en el quinto partido de la segunda eliminatoria, en el Buesa Arena.
Primer Madrid-Barça desde la marcha de Gasol
Madrid y Barcelona, por primera vez desde que Pau Gasol firmó la ACB contra los blancos en su última temporada en España, volvían a jugarse el título cara a cara. Esta ha sido la novena y el Madrid ha tomado la delantera en los duelos directos: cinco Ligas por cuatro de los azulgrana.
El éxito del Madrid corresponde a todo el engranaje de la sección. Desde el banquillo hasta la silla del director general. El banquillo ha sabido conducir al grupo hasta la cima en la ULEB y en la ACB, así como a la final de la Copa del Rey. Los despachos han sabido aguantar el timón para superar situaciones tan complicadas como las lesiones de Venson Hamilton y el serbio Ratko Varda o, incluso, la del propio Alex Mumbrú.
Los fichajes han encajado perfectamente y han rendido desde el primer momento. El ambiente del vestuario, la química de grupo ha tenido mucho que ver en eso también. Un grupo capaz de presentarse como un bloque compacto ante cualquiera y, al mismo tiempo, como un plantel de excelentes individualidades.
Crecimiento espectacular de Felipe Reyes
Felipe Reyes, que ha experimentado un crecimiento espectacular en su baloncesto, es el gran paradigma de este Madrid. Ha dominado las zonas de la Liga y de la ULEB con dimensión de jugador de primerísima línea para Europa y para cualquier otra competición.
Reyes es la punta del iceberg. Louis Bullock ha cerrado otra excelente campaña, igual que Raúl López -maravilloso en el control del ritmo del cuarto partido-; Alex Mumbrú, otro doctorado entre los mejores jugadores de su puesto dentro y fuera de las fronteras ACB; el estadounidense Charles Smith, vital en la conquista de la ULEB y un cimiento básico desde principio de temporada; el turco Kemal Tunceri, complemento perfecto de López; el belga Axel Hervelle, que aporta de todo y sigue en proyección....
Todo ha encajado y todo encaja para que este equipo haya sido el gran triunfador de la temporada, el broche de oro a un curso que los jugadores del Real Madrid de baloncesto y de fútbol, así como sus técnicos, pueden apuntarse como propio por derecho. Y, también, para que la próxima temporada, el Real Madrid pueda cumplir su nuevo objetivo: disputar la Final entre Cuatro de la Euroliga en el Palacio de los Deportes de la capital.
