El 'Seiscientos' cumple 50 años

El 27 de junio de 1957 salió de la factoría de Seat en Barcelona el primer 'Seiscientos'. Han pasado 50 años. El coche, obviamente, ya no se fabrica, aunque aún inspira el diseño de muchos utilitarios. En todo caso, para España, nunca habrá otro como el 'Seiscientos'; otro coche que represente tantas cosas para un país; otro coche que resuma a toda una clase social, un momento de la historia y del desarrollo de un país. Tener un 'Seiscientos' era símbolo de una relativa prosperidad; eso pretendía el franquismo. De todo eso, hace ya 50 años.

Las primeras unidades de Seat 600 salieron al mercado a un precio de 71.400 pesetas y en pocos meses la cartera de pedidos superaría las 100.000 unidades. La plantilla de Seat era de 5.000 personas. En sólo un año multiplica su producción por seis; en cinco años, la producción se multiplicó por cinco y en 1965 se convertiría en el vehículo español más exportado.

Claro que aquí seguiamos bajo el efecto de Unamuno y su "que inventen ellos". Los italiamos inventaron el coche y nosotros lo copiamos. En 1955 se presentó el Fiat 600, heredero del mítico "topolino", y dos años después apareció su copia española, bajo licencia transalpina.

Sociedad Española de Automóviles de Turismo

El nombre lo aprendimos en la escuela, como ejemplo de lo que era una sigla: Seat, Sociedad Española de Automóviles de Turismo. En el capital de la empresa estaban el Instituto Nacional de Industria, seis bancos y la propia Fiat.

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Desde el primer momento el automovil fue un éxito. El Seat 600 pasó a ser un símbolo de propaganda del régimen franquista y conseguir una colocación en la Seat se convirtió en el sueño de la clase media-baja.

Del 'Seiscientos' al 4x4

En 1973 el coche, convertido ya en un mito del desarrollismo, dejó de fabricarse tras más de 800.000 unidades vendidas.

Desde aquel primer 'Seiscientos', desde aquel 27 de junio de 1957 han pasado 50 años. Ahora los españoles se compran una berlina, un '4x4', un monovolumen y hasta un deportivo. Y es que, como dijo Alfonso Guerra, "a este país ya no lo conoce ni la madre que lo parió".