Los documentos desclasificados de la CIA revelan el intento de asesinato de líderes extranjeros como Fidel Castro
Desclasificadas cientos de páginas de informes internos de la Inteligencia de EEUU
La Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) desclasificó ayer cientos de páginas de informes internos sobre malas prácticas de la agencia que supusieron un escándalo por espionaje doméstico a mediados de los años 70.
Los documentos revelan detalles sobre los planes de asesinato de líderes extranjeros como Fidel Castro, pruebas de drogas que alteran el comportamiento y el estado mental como el LSD, grabaciones de conversaciones de periodistas estadounidenses, espionaje de activistas de derechos humanos y contra la guerra de vietnam, robos en las casas de ex empleados de la CIA y otras prácticas.
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La información de las 693 páginas, obtenidas a partir de memorándums de oficiales en activo de la CIA en 1973, fue desviada en aquella época a tres comisiones diferentes de investigación que dedicaron años a investigar y ampliar los documentos.
Los informes publicados por estas comisiones a mediados de los 70 levantó una polémica que salpicó la reputación de la comunidad de Inteligencia e introdujo nuevas reglas para la CIA, el FBI y otras agencias de espionaje, así como nuevos comités permanentes en el Congreso para supervisarlas.
Estos documentos también fueron producto del escándalo del Watergate y de la reacción del entonces director de la CIA, James Schlesinger, que mostró su enfado por las informaciones de la prensa que relacionaban a dos ex agentes de la CIA -E. Howard Hunt y James McCord- con el caso Watergate, que costó la dimisión del presidente Richard Nixon.
Así, en mayo de 1973, Schlesinger ordenó a "todos los altos cargos de la agencia" informar "inmediatamente de toda actividad que realicen o que hayan realizado en el pasado, y que pudiera estar fuera de la legislación de la agencia". No en vano, la ley establece que la CIA no podía realizar tareas de espionaje en el interior de Estados Unidos.
Para el director del Archivo de Seguridad Nacional, Thomas Blanton, que solicitó la desclasificación de estos informes a través del Decreto de Libertad de Información, la publicación de esta información supone que "todos los altos cargos de la CIA vayan al confesionario y digan 'Perdóname padre, porque he pecado'".