Prisión sin fianza para un concejal de Gran Canaria implicado en una trama de corrupción
Francisco Guedes está acusado de cohecho, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias
Esta madrugada la juez que instruye el caso de supuesta corrupción en el municipio grancanario de San Bartolomé de Tirajana ha ordenado el ingreso en prisión sin fianza de dos de los principales imputados: el ex concejal socialista Francisco Guedes, a quien se le imputa cohecho, malversación y tráfico de influencias; y al constructor, Alejandro Navarro. Los otros cuatro imputados han quedado en libertad con cargos.
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Guedes fue detenido el jueves por una supuesta trama de corrupción en este municipio turístico y ha ingresado esta pasada noche en prisión después de declarar ante la juez que instruye la Operación Paraíso. Guedes, que es edil del Centro Canario Nacionalista, fue primer teniente de alcalde y concejal socialista de Vías y Obras.
La juez también ha decretado prisión para el empresario Alejandro Navarro Miñón, de la empresa Mazotti.
Los otros cuatro detenidos, el secretario municipal del ayuntamiento, Antonio Muñiz González y los empresarios Jonás Guedes López (hijo del concejal de CCN), Antonio Hernández Rodríguez, Antonio Esteban Hernández Perera, han quedado esta noche en libertad con cargos de cohecho, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
Meses de investigaciones
Desde el pasado octubre, la policía investigaba al ex primer teniente de alcalde y ex concejal de Vías y Obras del PSOE, Francisco Guedes, tras haberse cursado una denuncia contra su gestión durante el anterior mandato, que concluyó abruptamente tras exigirle el partido su renuncia por sospechas de corrupción y boicoteo al pacto municipal del partido con Nueva Canarias (NC) y Centro Canario Nacionalista (CCN).
El PSOE, según dirigentes canarios, meses antes de la apertura de la investigación judicial, ya le había pedido cuentas sobre los insistentes rumores de que desde su cargo municipal se dedicaba a una labor ilegal. Guedes refutaba todas las acusaciones. Sin pruebas, el PSOE se sentía inerme para ejercer acciones. Sin embargo, su decidida acción obstructora contra el pacto que daba el Gobierno al PSOE colmó la paciencia de los dirigentes socialistas canarios, que forzaron su expulsión.