Bush invita a Putin a su casa familiar para persuadir a Irán de que suspenda su programa nuclear
El presidente estadounidense recibe a su homólogo en la casa de su padre
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha llegado esta noche a Kennebunkport (Maine, EE UU) para una visita de menos de 24 horas, durante la que hablará con su homólogo estadounidense, George W. Bush, sobre las relaciones de los dos países que se han deteriorado en el último año.
Bush ha recibido a Putin en casa de su padre, el ex presidente George H.W. Bush, y su madre, Barbara, para una cumbre de la cual, según fuentes de ambas partes, no debe esperarse anuncios importantes.
Programa nuclear
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Fuentes de la Administración Bush han asegurado al diario The New York Times que la prioridad para Washington es obtener la cooperación de Rusia para persuadir a Irán para que suspenda su programa nuclear.
Por su parte, para Moscú el problema mayor es persuadir a Washington para que no siga adelante con su plan de instalación de misiles interceptores y radares en Europa oriental, y que tienen el propósito, supuestamente, de proteger a Europa contra misiles que algún día tendrá Irán. Otro punto de discordia es la resistencia de Moscú a un plan, que apoya Estados Unidos, que podría conducir a la independencia de la provincia yugoslava de Kosovo.
Una reunión sin expectativas
Aunque Bush padre no tendrá participación en las conversaciones de los mandatarios, se ha indicado en Kennebunkport que podría llevar a Putin en una excursión de pesca este lunes en su embarcación frente a las costas de Maine.
El presidente Bush ya recibió una visita de Putin en 2001 en su rancho cerca de Crawford, Texas, y entonces comentó que "uno invita a su casa a los amigos". Sin embargo, en años recientes, la relación entre Washington y Moscú se ha deteriorado por numerosos factores, incluidas las críticas de Estados Unidos a lo que la Administración Bush ve como una erosión de la democracia en Rusia.
La Casa Blanca ha tratado de rebajar las expectativas de la cumbre, que ha comenzado con una recepción y continuarác on una sesión de trabajo de los mandatarios, a la que seguirá un almuerzo ya con sus esposas, este lunes. Contrariamente a lo que suele suceder en este tipo de ocasiones, no habrá una rueda de prensa formal y los presidentes se limitarán a emitir unas breves declaraciones a un grupo de periodistas. Según ha explicado el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, no cabe esperar que, en la reunión, se produzcan "nuevos anuncios grandiosos".
Mientras Putin llegaba a la residencia de los Bush, unos 1.700 manifestantes encabezados por un hombre que portaba una bandera de EE UU izada al revés, marcharon por Ocean Avenue, en Kennebunkport, antes de la cita presidencial. "Éste es nuestro mensaje: ¡Fuera de Irak, ahora!", gritaban los manifestantes.