La educación online aprovechó primero los foros y los chats, abrazó después los blogs y se volcó en la producción de podcast, servicios en los que cada clase se ofrecía en formato audio para poder ser escuchada con los populares reproductores de mp3. Ahora les llega el turno al vídeo y las redes sociales, un formato y un concepto que, aplicados a tareas formativas, dan forma a páginas como Sclipo o 5mins, donde la lección se ve y se escucha, cuándo y dónde quieras. Gregor Gimmy es el presidente y fundador de Sclipo, una web que permite a la gente intercambiar conocimientos usando el vídeo. El pasado mes de mayo la página se hizo con el premio Startup 2.0, tras una competición a la que habían acudido 260 de proyectos europeos. «Tenemos una filosofía 2.0 total, todos los contenidos son generados por los usuarios, que generan red social a través del intercambio de conocimientos», explica. Los internautas son aquí quienes a imagen y semejanza de YouTube incluiyen sus explicaciones de cómo hacer cosas, contenidos generados por los ususuarios, desde pequeñas reparaciones caseras hasta aprender a tocar la guitarra, bailar salsa o hacer yoga. En Sclipo pueden grabar su vídeo y publicarlo en la plataforma, y también tienen la posibilidad de impartir una lección en directo a uno o varios alumnos gracias a la retransmisión en vivo del servicio SclipoLive. Los vídeos están anotados, son valorados por quienes los ven y pueden insertarse en otras páginas web. El sistema permite además la consulta desde diferentes dispositivos, lo que permite a los alumnos consultar sus lecciones pendientes tanto desde el ordenador como desde el móvil. La lección en cámara lenta TeacherTube, un almacen internacional de vídeos dedicados a la enseñanza, se alimenta también de clips aportados por los internautas. También la israelí 5mins se nutre de contenidos generados por los usuarios. El proyecto también participó en la final de los galardones Startup 2.0, celebrada en mayo en Bilbao, donde sus impulsores definieron el proyecto como la creación de una gran videopedia una gran obra de consulta basada en pequeñas piezas de vídeo. El único requisito es que muestren algún tipo de habilidad y que no duren más de cinco minutos. En 5min pueden encontrarse clases de danza del vientre, de kárate, aprender a manejar un programa de tratamiento de imágenes o cómo conseguir comida gratis en un establecimiento de comida rápida. El reproductor de los vídeos es muy desarrollado, y permite por ejemplo pasar las imágenes a cámara lenta, hacer zoom sobre alguna zona de la pantalla, o imprimir un guión con capturas de imágenes y notas de la lección. En iTunes pueden encontrarse también algunos ejemplos de uso del vídeo aplicado a la formación. Con esta aplicación de Apple uno puede suscribirse, para que se descarguen de forma automática cada vez que se publiquen nuevas lecciones, a los cursos de inglés de ESOL, clases de literatura universal, fotografía o educación sexual. Las universidades no se quedan atrás Las universidades de todo el mundo también están muy implicadas en la difusión de sus enseñanzas a través de Internet utilizando el vídeo. Puenden encontrarse algunos ejemplos en la tienda online de Apple, o en sitios como el Canal Universitario lanzado en 2005 por la Universidad de Princeton (EE UU), que ofrece acceso libre a conferencias impartidas en 30 universidades. La idea es llegar no sólo a estudiantes en otros países, sino a cualquier persona que tenga un interés en el tema, más allá de la edad. «Hay cada vez más opciones en educación para adultos. Las charlas son para consumo académico, pero también una herramienta para enriquecer el debate del público en general», ha explicado a BBC Donna Liu, directora ejecutiva del canal de Princeton.