Las víctimas de los curas buscan consuelo en la indemnización por unos abusos "imposibles de compensar"
La Iglesia de Los Ángeles pide perdón a los afectados por "este terrible pecado y crimen"
Un día después de acordar una indemnización histórica de unos 500 millones de euros a 508 víctimas de abusos sexuales, la Iglesia católica de Los Ángeles se disculpó por "el terrible pecado y crimen" cometidos. Las víctimas se mostraron satisfechas con la declaración de culpabilidad, pero muchas concidian en que ninguna cantidad de dinero podrá compensar su sufrimiento.
El cardenal Roger Mahony, arzobispo de Los Ángeles, pidió hoy "perdón" a los afectados por los supuestos abusos sexuales infantiles por parte de sacerdotes y dijo que fue algo "que ni debió ni volverá a pasar".
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La archidiócesis de Los Ángeles confirmó ayer que ha llegado a un acuerdo con las víctimas de los supuestos abusos, a las que abonará la cifra récord de 660 millones de dólares, la más alta en estos casos en la historia de la Iglesia Católica en Estados Unidos.
Mahony dijo que deseaba "devolver" a los afectados a su vida anterior a lo sucedido y que al igual que una "cinta de vídeo se rebobinara y luego se borrara".
"Durante estos meses (transcurridos) para llegar a un acuerdo, he podido entender con muchas más profundidad este terrible pecado y crimen por el que han pasado las víctimas", explicó Mahoney.
El acuerdo se produce dos días antes de que demandantes y demandados tuvieran que encararse en un juicio que tenía previsto comenzar mañana lunes.
"Nada compensará mi dolor"
Las víctimas expresaron emociones encontradas tras conocer las indemnizaciones. "Hay un grupo de personas que han estado luchando en la calle y estaban dispuestos a hacer pagar a la Iglesia. Otros preferían no llevar el asunto a los tribunales", dice Steve Sánchez, de 47 años, víctima de los abusos de un sacerdote cuando era niño.
"Estoy satisfecha porque creo que demuestra la culpabilidad de la Iglesia Católica", declara la enfermera Mary Farrell, de 59 años. "Cambiará mi vida en el sentido de que la hará más fácil financieramente, pero no creo que cure todo mi dolor y sufrimiento".
"No pienso que sea mucho dinero", explica Cheryl Ortega, de 59 años, un parroquiano de la iglesia de Nuestra Madre del Buen Consejo en Los Feliz, California. "No hay dinero que pueda compensarles".
Otros religiosos han mostrado su decepción con el cardenal Mahoney y la Archidiócesis de Los Ángeles. Muchos critican que el coste de la indemnización podrían haberse usado para ayudar a los pobres o construir escuelas. "Mi opinión del cardenal se ha desmoronado", cuenta Ortega. "Y me parece que con toda la gente que ehe hablado piensa igual".