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Juan Antonio Roca terminó asociándose con algunos de los promotores a los que había sobornado

En sólo tres años Roca percibió cerca de 30 millones de euros en la llamada Caja B, la caja de los sobornos

El principal inculpado en la Operación Malaya y cerebro de la trama, Juan Antonio Roca, empezó sobornando a los empresarios, a cambio de favores urbanísticos y acabó asociándose con algunos de ellos para participar del boyante negocio.

Una de las promotoras que más dinero aportó a esa caja B fue Avila Rojas, que entregó más de cinco millones de euros a cambio de licencias de primera ocupación y convenios urbanísticos.

Con este empresario granadino, Roca terminó levantando cinco promociones en Marbella por las que recibió otros 17 millones de euros en efectivo y la entrega de un puñado de pisos.

Reparto de beneficios

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A pesar del dinero que iba recaudando, el grueso del monto se lo quedaba Roca, que apenas repartió 2,7 millones de euros entre los concejales del Ayuntamiento de Marbella.

El magistrado Miguel Ángel Torres señala textualmente que Roca, a partir de la moción de censura contra Julián Muñoz, compró la voluntad de los representantes elegidos por el pueblo con las cantidades que percibió de los promotores, a cambio, los ediles se sometían a los designios de Roca votando sin mayores preocupaciones, siendo la más beneficiada por esos famosos sobres de dinero era la ex alcaldesa Marisol Yagüe, que llegó a cobrar cerca de un millón y medio de euros.

 
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