Los maquinistas del AVE vuelven a ausentarse y a producir retrasos
Los dos primeros servicios de tren entre Madrid y Toledo se realizaron por carretera
Madrid
El preacuerdo alcanzado ayer entre Renfe y los sindicatos para solucionar el conflicto laboral no ha impedido que hoy algunos maquinistas volvieran a ausentarse de sus puestos de trabajo. En concreto, los dos primeros servicios ferroviarios entre Madrid y Toledo, principal línea afectada desde el martes, han sido cancelados y sus pasajeros trasladados en autobuses. El primer tren que salió de la capital para cumplir este trayecto lo hizo con tal retraso que se solapó con el segundo. Lo mismo ocurrió con el AVE que debía partir esta mañana con dirección Sevilla y se retrasó hasta la salida del siguiente. Desde Renfe han asegurado que la situación tiende a normalizarse desde las 9.30 de la mañana.
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El conflicto laboral que mantienen los maquinistas con la empresa también ha provocado la paralización a primera hora de la mañana del servicio de trenes-lanzadera de alta velocidad entre Córdoba y Sevilla al no acudir a sus lugares de trabajo. Como ya ocurrió ayer, el servicio de lanzaderas fue sustituido con trenes de media distancia que, al no ser de alta velocidad, originaron retrasos.
Los maquinistas que no se han presentado hoy en sus lugares de trabajo lo hacen al margen del preacuerdo firmado ayer entre Renfe y los principales sindicatos (Semaf, UGT y CC OO). Los jefes de tren, que el martes presentaron en bloque la baja médica, tratan de evitar que la empresa flexibilice los canales de acceso al puesto de conductor de alta velocidad. El principio de acuerdo alcanzado ayer garantiza que la categoría de maquinista de alta velocidad (jefe de tren) seguirá siendo por convocatoria y para las nuevas líneas tendrán prioridad los actuales, mientras que el resto de las plazas vacantes saldrá a concurso.
Pero si el presidente del comité de Empresa, José Angel García, ya dudaba ayer de que los maquinistas se acogieran a esta solución, las ausencias de hoy sólo han venido a confirmarlo. Los ánimos están "muy caldeados" y no "sabemos si van a tener paciencia", decía ayer García.