Temor en Italia a más guerras entre las mafias
Tras el ajuste de cuentas de la Ndrangheta en Alemania
Las autoridades italianas temen un recrudecimiento de la violencia mafiosa, a través del aumento de represalias entre clanes de la mafia calabresa tras la ejecución en la madrugada del miércoles de seis italianos en Duisburgo, Alemania, por parte de la Ndrangheta. Calabria, la región sureña italiana donde se asienta esta familia mafiosa, está en estado de alerta.
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Se han adoptado medidas especiales, como la colocación de controles de carreteras, la vigilancia de personas y lugares y el refuerzo de comisarías y comandancias, adonde se ha llamado a los agentes que estaban de vacaciones. Pero esa urgencia no oculta una experiencia que muestra, como en el caso de las muertes de ayer en Duisburgo, que las "familias" mafiosas suelen tomarse el tiempo necesario para ir ajustando sus cuentas particulares.
De todos modos, los policías y carabineros de Calabria, en su mayoría con permiso por el largo fin de semana festivo del 15 de agosto en Italia, fueron llamados a ocupar sus puestos de trabajo inmediatamente.
Se han registrado unas 50 viviendas en el pueblo de San Luca, en Calabria, escenario de la disputa entre dos clanes de la poderosa mafia calabresa que se considera causa de la ejecución de los seis italianos en Alemania. Allí funcionan los clanes Nirta-Strangio y Vottari-Pelle, que libran una batalla mortal desde 1991.
La tragedia en esa ciudad en el oeste alemán está vinculada, según el Ministerio del Interior italiano, a un acto de venganza que empezó en 1991 y que, con intermitencias, a veces incluso de años, se ha sucedido hasta ahora.
Con la matanza de Duisburgo son 14 en ocho meses las víctimas de la lucha entre dos clanes rivales de la mafia calabresa, que controla el mercado de las drogas en Europa y mantiene fuertes relaciones con los carteles del narcotráfico latinoamericano.
La Ndrangheta se relaciona con los cárteles colombianos y las mafias turcas y de países del Este europeo, pero la DNA también menciona la existencia de "células operativas, especialmente en Holanda y España, donde se han establecido bases y relaciones con la criminalidad local".