La Vuelta comienza con la pretensión de devolver la normalidad al ciclismo
Se refuerzan los controles antidopaje
La Vuelta a España arranca hoy en Vigo bajo el volcán del dopaje y con la presunción de inocencia bajo mínimos, y si no que se lo pregunten a Alejandro Valverde, apartado por UCI del Mundial. La Vuelta 2007 quiere ser una vuelta al ciclismo, esto es, a la normalidad. Los organizadores esperan que las nuevas medidas de control antidopaje más severas adoptadas durante las tres semanas de competición ayuden al ciclismo a recuperar parte de la credibilidad perdida en un tumultuoso año plagado de escándalos de dopaje.
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"Queremos un evento espectacular, pero no por las razones erróneas", manifestó a Reuters el viernes el director de la Vuelta, Víctor Cordero, a un día del inicio en Vigo. "Los seguidores necesitan una Vuelta a España sin problemas, y también lo necesita el ciclismo".
Antes de la carrera, los organizadores financiaron 80 controles antidopaje adicionales durante el mes de agosto a aquellos corredores que tenían previsto participar en la ronda ciclista. Como parte del nuevo programa de estrictos procedimientos diseñado para combatir el dopaje, también se han introducido controles aleatorios que pueden ser en cualquier momento durante del día.
Además, se retiró la invitación al equipo Astana después de que sus corredores kazajos Alexandre Vinokourov y Andrey Kashechkin - primero y tercero en la carrera del año pasado -, diesen positivo por dopaje sanguíneo hace seis semanas.
"Fue una medida cautelar", dijo Cordero. "Como ningún posible reemplazo había realizado los controles previos a la carrera, la plaza (del Astana) se ha dejado vacante".
Cerca de 350 controles se llevarán a cabo durante la carrera, la mitad de ellos por EPO, la droga responsable de muchos de los escándalos del deporte. "Hemos tenidos nuestros desacuerdos con la UCI - el órgano de gobernación del ciclismo - pero en esta materia (del dopaje) colaboraremos al 100%, como hasta ahora", hizo hincapié Cordero. "Hemos hecho un esfuerzo enorme para garantizar que esta carrera esté limpia".
Los 189 corredores afrontarán unos duros 10 primeros días, con tres finales de montaña y una contrarreloj de 52 kilómetros en Zaragoza. Los favoritos para alzarse con la victoria el día 23 de septiembre en Madrid serán el australiano Cadel Evans, que finalizó segundo en el Tour de Francia de este año, el español Carlos Sastre y su compatriota Óscar Pereiro.