Narbona espera que la inmigración masiva impulse la acción contra el cambio climático
La ministra de Medio Ambiente inaugura en Madrid la Convención contra la Desertificación de la ONU
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, expresó hoy su deseo de que el "drama humano" de la emigración masiva, causada por la desertificación, empuje a los países a "trabajar con eficacia" para pasar de los debates ideológicos a "la toma de decisiones y actuaciones políticas". Narbona inauguró en Madrid a nte los Prínicpes la octava Convención contra la Desertificación de la ONU.
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"España sabe bien de lo que estamos hablando, acogemos a muchas personas que hoy ya son ciudadanos de pleno derecho de nuestro país", comentó la ministra en alusión a los emigrantes que huyen de "la pobreza, las desigualdades, el hambre y la desesperación", causada, en gran parte, por la desertificación de sus países.
Narbona hizo hincapié en que luchar contra este problema supone un "extraordinario desafío desde el punto de vista de los Derechos Humanos" y no sólo desde la óptica medioambiental.
Ante los delegados de Naciones Unidas de 191 países, expertos y representantes de ONG, lanzó el reto de que esta cumbre "acelere sus resultados" para "pasar de los conocimientos" de las causas y efectos de la desertificación, ya "bastante satisfactorios", a "políticas a escala internacional" que la "frenen y mitiguen".
Tras recordar que el Ejecutivo español ha multiplicado por dos en esta legislatura sus ayudas al desarrollo, especialmente las destinadas a África, insistió en el "compromiso" con la lacra de la desertificación, que afecta ya a "una tercera parte" del territorio.
"No es momento de dormirse en los laureles"
El secretario ejecutivo en funciones de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, Grégoire de Kalbermatten, indicó que la sequía es un "asesino lento pero muy eficaz" del medio ambiente y afirmó que hay que "buscar las herramientas adecuadas" para mitigarla.
"No es momento para dormirse en los laureles", sentenció, sino que las Naciones Unidas deben promover la óptima gestión de los recursos acuíferos y del suelo para garantizar mejores condiciones de vida a la población mundial.
Explicó que se ha conseguido un "progreso importante" en la lucha contra la desertificación, pero reprochó que los países "sigan enfrentados por limitaciones económicas".
Kalbermatten sostuvo que España ha jugado un "papel decisivo" para solucionar este problema medioambiental y pidió que siga siendo un "actor clave".
