El jefe militar de EE UU en Irak sugiere una retirada gradual en marzo de 2008
Un informe independiente del Congreso de EE UU asegura que el Ejecutivo iraquí no ha cumplido con los objetivos políticos, económicos y de seguridad
Washington
El general David Petraeus, máximo jefe militar de Estados Unidos en Irak, ha sugerido que propondrá a sus jefes en Washington una retirada de tropas en marzo de 2008, sin concretar cuántos soldados podrán volver a casa. Así se ha expresado el militar estadounidense en una entrevista a la televisión ABC, un día después de que el presidente George W.Bush visitara por sorpresa una de las provincias más conflictivas de Irak, Al Anbar, donde renovó su estrategia en Irak y prometió -"si los éxitos que estamos viendo continúan", matizó- una reducción de tropas sin concretar fechas.
Más información
El debate sobre la presencia estadounidense en Irak tendrá la semana que viene una fecha clave. Petreus entregará al Congreso su informe sobre los avances en seguridad y probablemente apueste por continuar con el actual despliegue de 162.000 efectivos. Al menos hasta marzo de 2008. Petreus mantendrá, previsiblemente, que para continuar con los progresos será necesario mantener el actual despliegue.
Además, varios asesores de Bush han recomendado a éste que se mantenga la estrategia de guerra actual en Irak, por lo que se espera que el mandatario republicano recomiende tan solo un recorte simbólico en el número de tropas desplegadas para finales de 2007, han informado a la agencia AP fuentes gubernamentales.
La violencia no se ha reducido
Entretanto, la mayoría demócrata en el Congreso sigue presionando a la Casa Blanca para que reconozca que la guerra ha sido un error y concrete un calendario de retirada del país árabe. Hoy han tenido una nueva ocasión para renovar sus exigencias a los republicanos apoyándose en un informe independiente, presentado hoy ante la Cámara, que critica el hecho de que el Ejecutivo iraquí haya sólo avanzado en tres de los 18 requisitos fijados por el Congreso estadounidense.
La Oficina de Supervisión del Gobierno (GAO, en su siglas en inglés), un organismo independiente del Congreso que efectúa estudios para los legisladores, ha presentado ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado su evaluación de la situación en Irak. Y sus conclusiones no invitan al optimismo. "Aunque el plan de seguridad para Bagdad apuntaba a reducir la violencia sectaria, no está claro que esa violencia haya disminuido", ha proclamado el director de la GAO, David Walker. "Los ataques diarios contra civiles se han mantenido sin cambios desde febrero a julio de 2007", ha añadido Walker.