Los diputados colombianos asesinados fueron disparados a quemarropa y en la cabeza
Así lo revela un informe elaborado por la Comisión Forense Internacional (CFI)
Dos de los once ex diputados colombianos que murieron en cautiverio en junio pasado recibieron disparos en la cabeza y otros dos fueros tiroteados a quemarropa, según el informe elaborado por la Comisión Forense Internacional (CFI) y entregado hoy a la OEA.
El documento fue entregado por el coordinador de la CFI, el canadiense James Young, al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. El informe se ciñe al análisis forense de los cuerpos y evita en todo momento "especular" sobre quién pudo cometer el asesinato de los ex legisladores secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
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"Estos son los hechos, lo demás es teoría", indicó Young, tras presentar el informe a la OEA.
El reporte, de 28 páginas más anexos, detalla que la mayoría de las víctimas murieron por "múltiples disparos de bala", y que hubo implicadas distintas municiones y disparos de diferentes trayectorias.
De hecho, se indica que dos de los diputados fueron disparados desde una distancia muy corta, a quemarropa. Dos de ellos recibieron disparos en la cabeza y los otros nueve en el pecho o el abdomen.
Tras entregar el informe a la OEA, James Young indicó que el análisis de las circunstancias en que murieron ha sido difícil, porque no hubo testigos, no se recuperaron las armas y los cuerpos estaban en un estado inicial de descomposición. Los legisladores pertenecían a la región del Valle del Cauca y habían sido secuestrados por la guerrilla colombiana.
Las FARC aseguran que los diputados fallecieron en un fuego cruzado, pero el Gobierno de Alvaro Uribe afirma que fueron asesinados.