La Iglesia Anglicana, al borde del cisma con el debate homosexual
Los episcopalianos piden que no se autorice ni a los sacertodes ni a los matrimonios gays
En un intento por evitar el cisma de la Iglesia, los obispos episcopalianos de Estados Unidos han instado a los líderes anglicanos a abstenerse de designar como sacerdotes a gays o lesbianas. Reunidos esta semana en Nueva Orleans, los obispos también han anunciado que no autorizarán el uso de los rituales de la Iglesia para bendecir matrimonios homosexuales.
Sobre las parejas del mismo sexo, la declaración incluye la promesa de los obispos de "no autorizar" el uso de su "diócesis o cualquier ritual público para bendecir las uniones homosexuales hasta que haya un mayor consenso".
La Iglesia episcopaliana de EEUU es la rama de la Iglesia anglicana que tiene 77 millones de miembros en todo el mundo. Y también es la primera que nombró en 2003 al primer obispo homosexual. Además, Katharine Jefferts Schori se convirtió en 2006 en la primera mujer que lidera esta iglesia. La arzobispo, por otro lado, apoya la ordenación de gays.
Segundo cisma en cuatro años
El líder espiritual de la Iglesia anglicana, Rowan Williams, arzobispo de Canterbury, asistió a los dos primeros días de la reunión para formular un llamamiento a la unidad de sus fieles. El llamamiento a la moderación contenido en la declaración fue criticado por miembros conservadores de la Iglesia episcopaliana, quienes señalaron que no fue lo suficientemente tajante al prohibir de manera absoluta la ordenación de obispos homosexuales.
La posibilidad de un cisma en la Iglesia episcopaliana de EEUU se planteó en 2003, cuando fue consagrado Gene Robinson como el primer obispo abiertamente homosexual.
El escándalo causado por su ordenación episcopal impulsó a los obispos reunidos en África a comienzos de este año a pedir que la Iglesia estadounidense deje clara su decisión de no volver a ordenar como obispo a un homosexual, ni que permita la unión de parejas del mismo sexo.




