Los expertos no recomiendan el trasplante de la madre de 17 años a su bebé
La organización nacional de trasplantes advierte de que un órgano de un donante vivo ofrece menos garantías
Ayer, salía la noticia de Rocío, una joven sevillana de 17 años, que había pedido donar parte de su hígado a su bebé de seis meses en un estado delicado y ya había solicitado ayuda a los servicios sociales de su municipio de origen. Al tener l7 años y ser por tanto menor de edad no puede tomar esa decisión por sí misma necesita permiso de sus padres que parecen estar a favor de un respaldo expreso de la autoridad judicial.
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El caso es llamativo, pero no único. Hemos sabido que hay otra decena en situación similar. Pero desde un punto de vista médico los expertos aseguran que el trasplante de un donante vivo tiene menos garantías para un bebé que un órgano procedente de un donante fallecido.
Así pues, el problema no es tanto la edad de la joven, ya que el juez la puede considerar los suficientemente madura como para tomar esa decisión, sino la supervivencia del bebé. Rafael Matesanz, director de la organización nacional de transplantes, ha declarado que "la primera opción no es un trasplante de vivos".
Esperar a un a un hígado de donante de fallecido es lo que le han aconsejado en el hospital de córdoba, pero esto genera la inquietud de cuánto habrá que esperar.
La situación no es apremiante
Sin embargo, Rafael Matesanz ha recordado que la media para recibir un trasplante en niños "es de tres o cuatro meses" debido a la abundancia de donantes y además ha recalcado que la situación de la niña "no es de urgencia".
En caso de urgencia se le adelantaría tanto a ella como a cualquiera en la lista de trasplantes o sería el momento de pensar en la posibilidad de que su madre fuera la donante.




