Renfe suspende sus trayectos con Francia, Suiza e Italia

Renfe ha suspendido la circulación de los trenes internacionales que enlazan España con Francia, Suiza e Italia como consecuencia de una huelga de 24 horas convocada en los ferrocarriles franceses, ha informado la compañía en un comunicado. En medio de la indignación y de la solidaridad, de la paciencia y la exasperación, los franceses afrontarán este jueves divididos la primera protesta social de envergadura contra la política de reformas emprendida por el Presidente Sarkozy.

El paro en los ferrocarriles franceses ha obligado a Renfe a suspender los trayectos previstos para mañana entre Barcelona y Zurich / Milán, entre Barcelona y París (ida y vuelta) y entre Madrid y la capital francesa (también ida y vuelta) en el horario de huelga. También se verán afectados los trayectos del Talgo entre Montpellier y Barcelona, tanto de ida como de vuelta.

Renfe señaló que es "completamente ajena" a esta circunstancia y lamentó las molestias que pudiera provocar esta huelga. Además, ha establecido como medidas de postventa el reembolso del 100% del importe del billete a los clientes que desistan de su viaje o el cambio de fecha sin gastos a los viajeros que se decidan por esta opción.

La compañía ferroviaria recomendó a sus clientes la consulta de cualquier posible incidencia en la circulación de su tren o la resolución de dudas al efecto en el teléfono único de atención y reservas (902.24.02.02).

Como es habitual, los sindicatos centran su poder de convocatoria en los transportes públicos para provocar un "jueves negro" con una circulación casi nula de metro, autobuses y tranvía en París y en 26 otras ciudades y el funcionamiento de sólo una décima parte de los trenes tanto de cercanías como de largo recorrido, incluidos la mayoría de los trenes de alta velocidad. También se prevén perturbaciones en los aeropuertos, en la administración pública y en algunos centros escolares de secundaria.

Igual que en 1995

La amplitud de la protesta es comparada con la que en 1995 descabalgó al gobierno de derechas de Alain Juppé y provocó un adelanto de elecciones que ganó la izquierda. El motivo es el mismo: la reforma del régimen especial de pensiones del que gozan algunos trabajadores de las empresas de servicios públicos.

En total casi un millón de personas que son vistas como privilegiadas por una parte importante de la población en un momento en el que el sistema general de pensiones es insostenible desde el punto de vista financiero.