El padre Pío provocó su estigma con ácido
El historiador italiano Sergio Luzzatto desvela que este cura, canonizado hace cinco años, se automutilaba para llamar la atención de los fieles
El conocido y venerado padre Pío, canonizado hace cinco años ante la multitud en Roma, se ha convertido en un fraude. Según el historiador italiano Sergio Luzzatto, que ha publicado un libro con archivos del Vaticano, asegura que los estigmas del sacerdote no eran sino fruto de la automutilación del padre Pío para llamar la atención ante los fieles, según informa The Independent.
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Según el libro Padre Pío: milagros y política de la Italia del siglo 20, el sacerdote se provocaba él mismo las heridas, las mismas que sufrió Jesucristo en la crucifixión: manos, pies y costado izquierdo. Las heridas comenzaron a conocerse a principios del siglo XIX, y el caso fue estudiado por el Vaticano.
Los médicos descubrieron que pese a los cuidados y a los vendajes, la piel seguía marcada pese al paso del tiempo. Sin embargo, el padre Pío se procuraba ácido carbónico para mantener su fraude. Para aquel entonces, la multitud solía acercarse para observar los estigmas del cura. Los guantes sin dedos que solía llevar fueron reconocidos por miles de cristianos. Pero las sospechas pesaban en el interior del Vaticano, quien llegó a prohibir en varias ocasiones a Pío que exhibiera sus marcas.
De hecho, la historia fue difícil de sostener cuando una farmacéutica reconoció que suministraba ácido al padre Pío y afirmó que sus sospechas se centraban en que así procuraba mantener su leyenda, ya imparable.
Sin embargo, los católicos ya han reaccionado contra el historiador. En declaraciones al Corriere della Sera, Pietro Siffi, presidente de la Liga Antidifamación, asegura que las pruebas que exhibe en su libro Sergio Luzzatto son falsas y afirma que en la doctrina católica, la canonización implica la infalibilidad del Papa.