El presidente de Georgia decreta el estado de excepción en el país durante 15 días
El Gobierno acusa a Rusia de promover las protestas contra el Gobierno y llama a consultas a su embajador en Moscú
El presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, ha ampliado a todo el territorio nacional el estado de excepción que había declarado sólo para la capital. El estado de excepción se impone por espacio de 15 días con el fin de poner orden en este país caucásico, escenario en los últimos días de protestas opositoras.
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Líderes de la oposición, que demandaban la renuncia de Saakashvili, han sido detenidos en las últimas horas y podrían ser acusados de colaborar con los servicios secretos rusos, a los que el presidente acusó de formar un "gobierno paralelo" para usurpar el poder. Cerca de 400 personas han tenido que ser atendidas en distintos hospitales de Tiflis debido al impacto de las balas de goma y gases lacrimógenos utilizados por la policía georgiana para dispersar los mítines opositores.
Horas antes Saakashvili había anunciado la expulsión de tres diplomáticos rusos por mantener contactos con la oposición y acusó a Moscú de "crear un gobierno en la sombra" para usurpar el poder.
Embajador, llamado a consultas
El embajador georgiano en Rusia ha sido llamado a consultas a Tiflis. Según la portavoz del ministro de Exteriores, "los acontecimientos que se están produciendo en Georgia parecen claramente relacionados con Rusia". El embajador ruso en Tiflis ha sido citado en el Ministerio de Exteriores para dar explicaciones.
El Gobierno prooccidental de Saakasvili ve la mano de la ex metrópoli Rusia en las protestas para desalojarle del poder. Las relaciones entre Tiflis y Moscú llegaron el año pasado a su punto más conflictivo, cuando Saakashvili anunció su intención de integrar a su país en la OTAN y expresó su deseo de recuperar la soberanía de dos provincias pro-rusas.