Tres heridos y un detenido tras una marcha convocada en Madrid contra el asesinato de Carlos Palomino
Un grupo de radicales de extrema izquierda reventó la manifestación del Sindicato de Estudiantes
Lo que en principio iba a ser una marcha contra la violencia organizada por el Sindicato de Estudiantes para expresar el rechazo por el asesinato del joven de 16 años, Carlos Javier Palomino, a manos de un militante de extrema derecha, se convirtió en una batalla campal. Esta vez también fueron los radicales, pero en este caso los de extrema izquierda los que protagonizaron una violenta reyerta contra las Fuerzas de Seguridad que se saldó con un joven detenido y tres heridos, dos de ellos agentes de la Policía.
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En la marcha, a la que asistieron unas 700 personas y en la que también participaron miembros de la FAPA ''Giner de los Ríos'', los sindicatos FETE-UGT, CCOO, STES y las asociaciones de vecinos de Vallecas y Usera. También estuvo allí el coordinador general de IU, que destacó que "llevamos 76 muertos por la extrema derecha en este país desde 1995, casi tantos como los de la banda terrorista ETA" y calificó al joven fallecido como un "digno heredero de los republicanos y los antifascistas".
La manifestación comenzó a mediodía en la plaza de Legapzi y discurrió de forma pacífica por el paseo de Delicias, aunque durante el trayecto un grupo de radicales intentó hasta en dos ocasiones reventar la manifestación.
Los integrantes de este grupo de radicales insignias anarquistas y antisistema y en sus proclamas acusaban al Sindicato de Estudiantes de intentar "rentabilizar" el asesinato de Carlos Palomino. Así, llevaban una pancarta en la que podía leerse ''Dejad de aprovecharos de la muerte de Carlos'' y proliferaron consignas como ''Sindicato de estudiantes, Sindicato de mangantes'', y ''Sindicato de Estudiantes, amarillo es''.
Durante todo el transcurso de la manifestación el fuerte dispositivo policial logró mantener al grupo de exaltados separados del resto de manifestantes. Pero al final del recorrido, frente al Museo Reina Sofía, mientras el presidente del Sindicato de Estudiantes, Juan José López, leía un manifiesto en repulsa por el homicidio del joven, el grupo de unos 30 radicales entró en tromba y provocó una bronca con los cientos de manifestantes.
Una reyerta ante la que intervinieron los agentes de antidisturbios, que sufrieron las iras de los exaltados que lanzaron contra ellos botellas, ladrillos e incluso un cartel publicitario de un restaurante. Los incidentes se saldaron con un joven detenido y tres heridos, todos ellos de caracter leve. Dos de ellos eran agentes la Unidad de Intervención Policial y el otro era un estudiante afectado en un oído por el estallido de un petardo.
Boicot premeditado
Tras los lamentables incidentes el portavoz del Sindicato de Estudiantes quiso destacar que los disturbios los provocó "un grupo minoritario" y señaló que hasta entonces la manifestación había sido "un completo éxito" también criticó la actuación de las autoridades ya que "cuando estaba más controlado, ha entrado la Policía a cargar".
Además López denunció que este tipo de incidentes "beneficia a los que están planteando que son iguales a los fascistas y los que están en contra" y apuntó la existencia de una "mano negra". "Vamos a estudiar el caso, nos huele mal. Hay grupos de energúmenos que pretenden criminalizar nuestras protestas, que siempre son un ejemplo de civismo", señaló.
