Una ovación despide a Fernán-Gómez a su salida del Español

Entre los aplausos de los asistentes salían del Teatro Español al medio día los restos mortales de Fernando Fernán-Gómez, camino del cementerio de la Almudena, donde ha sido incinerado. Minutos antes y por deseo de su viuda, Emma Cohen, el actor recibía su último homenaje sobre las tablas del teatro madrileño en un emotivo acto en el que el cantaor Enrique Morente le dedicaba Caminito, uno de los tangos preferidos del artista, ante un patio de butacas totalmente abarrotado y con un silencio absoluto. Antes, una pareja de tanguistas había bailado ya diferentes piezas del género favorito del artista.

Como ocurrió en la jornada de ayer, decenas de personas se acercaron al Español desde primera hora de la mañana para despedir al actor, entre ellos, regresaron muchos de sus compañeros de profesión, como Pilar Bardem, Marisa Paredes, Nuria Espert, Massiel, Juan Diego, Víctor Manuel, Tina Sáinz, Pepón Nieto o la delegada de las artes del Ayuntamiento de Madrid, Alicia Moreno.

En la jornada de ayer acudieron a la capilla ardiente el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Cultura, César Antonio Molina, además de Rafael Álvarez "El Brujo", Pilar Bardem, los hermanos Almodóvar, Elvira Lindo, Fernando Guillén Cuervo, Gema Cuervo, Julieta Serrano, Blanca Portillo, Loles León, Angela Molina o Amparo Baró.

Tangos clásicos como Caruso, Cambalache o Mi Buenos Aires querido han sonado durante toda la mañana en la tertulia que familiares y amigos han mantenido sobre el escenario, presidido por una foto del actor y adornado por numerosas coronas de flores que ocupaban hasta los palcos del segundo piso del coliseo. El féretro ha salido entre aplausos de los asistentes y los compases del tango 'Caminito' interpretado por Enrique Morente.

Condecoración del Consejo de Ministros

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El Gobierno tiene pensado condecorar hoy, a título póstumo, a Fernán-Gómez, tal y como anunció ayer el presidente Rodríguez Zapatero, tras visitar la capilla ardiente. Zapatero señaló que Fernán-Gómez se merece "una gran condecoración" porque era "una persona excepcional de la cultura española, que dejará una huella imborrable en lo mejor que hemos sido capaces de ser en este siglo".

"Querido y amado por todos, es justo que le rindamos un homenaje, que le recordemos, que nos sintamos cerca de él, de sus seres queridos y de todo el mundo de la cultura, que tanto aporta a la convivencia en nuestro país", subrayó.