Termina el motín de cuatro presos en la cárcel de Picassent

Los cuatro presos amotinados desde ayer por la tarde en la prisión de Picassent (Valencia) han liberado al último de los tres funcionarios que mantenían retenidos. La liberación de este funcionario se produce tras doce horas de secuestro, si bien los dos primeros retenidos fueron liberados pasada la medianoche. La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, se ha felicitado por la "inteligencia" utilizada durante el rescate y anunció el trasladado "inmediato" de los reclusos a otras cárceles. Durante la mañana de hoy, según fuentes de los sindicatos de funcionarios, se han registrado dos peleas en el módulo del secuestro, al parecer por contagio de la tensión vivida esta noche.

En torno a las 18.00 de la tarde del martes, cuatro reclusos amotinados secuestraron a tres funcionarios de la prisión, que cuenta con unos 2.800 presos, para exigir a la dirección del centro que les suministrara droga y somníferos. Los amotinados habrían empleado a otro preso como cebo para retener a los funcionarios, según fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Poco después de la una de la madrugada fueron liberados dos de los funcionarios y a las siete de la madrugada, los cuatro presos decidieron terminar con el amotinamiento tras una larga negociación, que según la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, se ha llevado a cabo "con inteligencia y serenidad" para evitar daños personal, algo que se ha conseguido.

Gallizo: "La población reclusa supera, con mucho, la capacidad ideal de nuestras prisiones"

Gallizo, que se trasladó a Picassent, ha informado de que los cuatro internos van a ser trasladado "de manera inmediata" a otros centros y que se iniciará una investigación para esclarecer las causas de este secuestro, ya que los presos no han hecho ninguna petición clara y, además, hicieron uso de "objetos punzantes" para amenazar a los funcionarios.

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En declaraciones a la Cadena SER, Gallizo ha dejado claro que se trata de un episodio "aislado" en nuestro país, "que afortunadamente no tiene nada que ver con lo que sucede en otros países con un nivel alto de conflictividad dentro de los centros". Aunque también ha reconocido que el sistema penitenciario español está sobreocupado y que la población reclusa "supera, por mucho, la capacidad ideal de nuestros centros" (en el caso de Picassent, los funcionarios denuncian una tasa de hacinamiento del 171%).