La OCDE se muestra optimista sobre la economía española pese a la crisis inmobiliaria
La ralentización del mercado inmobiliario en nuestro país no tendrá tan graves consecuencias para el crecimiento económico como en Estados Unidos o Irlanda
Tras los choques del petróleo, las turbulencias financieras y la crisis en el sector inmobiliario, la OCDE no puede por menos que revisar a la baja las previsiones de crecimiento económico en 2008: 0,75% en la primera mitad y medio punto porcentual en la segunda, pero sin llegar a términos dramáticos porque no cree que vaya haber recesión en Estados Unidos.
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En España, la ralentización del mercado inmobiliario no tendrá tan graves consecuencias para el crecimiento económico como en Estados Unidos o Irlanda, por poner dos ejemplos. Los expertos de la OCDE estiman que "la demanda de vivienda sigue siendo alta en España y que el sistema financiero español no ha sido tan alegre como el estadounidense a la hora de conceder créditos".
No obstante, esa ralentización se traducirá en una disminución de la demanda interna que repercutirá en un crecimiento que la OCDE revisa a la baja: 3,8% este año, 2,5 el que viene y un 2,4 en 2009. Por el contrario las tensiones inflacionistas serán menores de lo que pudiera prever, el desempleo se mantendrá estable y las cuentas públicas saneadas con el mantenimiento del superávit.
Asimismo, la balanza comercial se equilibrará con un aumento espectacular de las exportaciones de bienes y servicios.
La OCDE recomienda que no se rebaje la política presupuestaria dado los futuros efectos en las cuentas públicas del envejecimiento de la población.