Casi 18 años de prisión para el asesino de la quiosquera de Los Patos
P.M.P. asesinó con alevosía a Juana Victoria Domínguez, de 87 años, en Córdoba en octubre de 2006
La Sección Tercera de la Audiencia de Córdoba ha condenado a 17 años y nueve meses de prisión a P.M.P, de 28 años, por un delito de asesinato con alevosía contra la quiosquera de los jardines de Los Patos, Juana Victoria Domínguez, de 87 años.
Según la sentencia, el juez reconoce en el apartado de hechos probados que el joven, sobre las 09.30 horas del 16 de octubre de 2006, después de haber esnifado una raya de cocaína se dirigió al domicilio de D.R.M., en la Plaza de San Lorenzo, en Córdoba, tras llamar a la puerta y ésta le abrió, puesto que llegó con la excusa de que le iba a entregar una carta certificada.
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Seguidamente, le puso en el cuello un objeto punzante para que le entregase el dinero que tuviese en la caja fuerte, de cuya existencia sabía, pero al desconocer la combinación, le dio 250 euros que tenía en ese momento y el procesado salió huyendo corriendo por las escaleras.
Iba drogado y ebrio
Posteriormente, al mediodía, y después de deambular por diversos lugares de la ciudad y realizar algunas consumiciones de cerveza en ciertos bares y establecimientos, el acusado se dirigió a los Jardines de la Agricultura, también conocidos como Los Patos, y se fue al quiosco regentado por la víctima, Juana Victoria.
Una vez en su interior, y tras entornar la puerta y colocarse sobre ella para evitar que la mujer pudiera salir, le exigió que le diese el dinero que tuviera, pero al negarse, él le exhibió un cuchillo de 20 centímetros de hoja para así "vencer su voluntad".
Juana Victoria intentó arrebatárselo, asiéndolo por su hoja, lo que le provocó un tajo de su mano derecha y motivó que el acusado, "aprovechando la circunstancia de que la anciana no pudiese huir ni pedir auxilio, se lo clavara repetidamente, con fuerza, y con la intención de asegurar su muerte".
33 cuchilladas
Concretamente le infirió 33 cuchilladas, siendo una mortal de necesidad, concretamente la que, atravesándole el esternón, le llegó al corazón, provocándole la muerte casi inmediata. Luego, el acusado, tras abandonar en el quiosco el cuchillo, huyó del lugar llevándose unas monedas, cuyo importe no ha podido ser concretado.
Posteriormente, al cabo de unas horas, P.M.P. regresó al quiosco para coger el cuchillo y le prendió fuego. Finalmente, sobre las 19.30 horas, después de seguir consumiendo bebidas alcohólicas, se fue a la Plaza de Las Tendillas y se acercó a una joven para tocarle su órgano sexual.