Contra la caza de ballenas
Australia y 30 países más presentan una queja diplomática sobre la caza de ballenas de Japón
España se une a la queja formal presentada por Australia y firmada también por otros 29 países contra la caza de ballenas en Japón, a pesar de que Tokio suspendiera su plan de engordar la cifra de capturas, que asciende a 1.000 piezas anuales.
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"El Gobierno australiano cree que no hay una justificación creíble para la caza de ningún tipo de ballena y seguirá con sus esfuerzos para poner fin a la caza de ballenas en Japón", según aparece en un informe del Ministro de Exteriores australiano, Stephen Smith, que ha alabado la decisión de Japón de suspender sus planes de sumar 50 ballenas jorobadas a su caza anual de cerca de 1.000 ballenas. También ha señalado que esto no es suficiente y que considera necesario hacer más.
Países Unidos
Así, Australia junto con España, Argentina, Austria, Bélgica, Gran Bretaña, Brasil, Chile, Costa Rica, Croacia, República Checa, Ecuador, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Israel, Italia, Luxemburgo, México, Mónaco, Holanda, Nueva Zelanda, Portugal, San Marino, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, Uruguay y la Comisión Europea, presentó una queja diplomática ante el embajador japonés en Australia el pasado viernes, lo que Smith calificó como "la mayor queja presentada hasta ahora contra el programa de caza de ballenas japonés". Smith subrayó también que "la fuerza del apoyo internacional hacia esta queja, liderada por Australia, demuestra que hay un fuerte consenso sobre el programa de caza de ballenas de Japón".
A pesar de todo, Tokio se mantiene firme
Tokio defiende incondicionalmente su programa como algo crucial para la investigación, ya que opera bajo una cláusula de la Comisión Internacional de Caza de Ballenas que permite su caza con propósitos científicos, algo que Australia y el resto de naciones califican de falso. El Gobierno australiano anunció además que seguiría avanzando en sus acciones para bloquear a Japón de su caza anual, incluido el envío de un avión y un barco de vigilancia para recoger pruebas.




