Internacional

Fujimori niega que diera órdenes a las Fuerzas Armadas contrarias a los derechos humanos

El ex presidente peruano asegura que la estrategia antiterrorista fue diseñada por las Fuerzas Armadas y no por él

El ex presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) insistió hoy en negar que durante su régimen impartiera a las Fuerzas Armadas directivas contrarias a los derechos humanos, en el juicio que se le sigue por los casos de dos matanzas.

"En ningún momento se establece directivas de esa naturaleza", respondió Fujimori a su abogado, César Nakazaki, quien le preguntó si había ordenado "a las Fuerzas Armadas que dejen de cumplir la Constitución peruana o los tratados internacionales en materia de derechos humanos".

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Al ser interrogado por su defensa, Fujimori remarcó que la estrategia antiterrorista fue diseñada por las Fuerzas Armadas y no por el presidente de la República, tras subrayar que "los lineamientos" de su Gobierno privilegiaban las operaciones no militares a las militares.

En la vista Fujimori agregó que él se empeñaba en "recobrar la confianza de las poblaciones urbano-marginales y rurales para que puedan salir progresivamente de la situación de psicosis frente a todo agente externo", en alusión a los movimientos subversivos.

Niega que Montesinos fuera el jefe del Servicio de Inteligencia

También indicó que al inicio de su gobierno los altos mandos tuvieron "la convicción" de que su ex asesor Vladimiro Montesinos era el coordinador de los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, aunque no era el jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).

"Ellos van asumiendo la convicción de que el señor Montesinos se constituye el nexo, sin que yo así lo afirmara, entre Fuerzas Armadas y la Policía Nacional con el presidente", dijo Fujimori.

Fujimori, extraditado desde Chile por dos casos de violación a los derechos humanos y cinco de corrupción, es juzgado por los casos de Barrios Altos y La Cantuta, donde fueron asesinadas 25 personas, así como por los secuestros en 1992 del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer.