Cinco trabajadores han muerto en los tres primeros días del año
En el último accidente perdieron la vida dos trabajadores por intoxicación, debido a un gas que emanaba tricloroetileno
Cinco trabajadores han muerto durante los tres primeros días del año en cuatro accidentes laborales registrados durante la jornada del miércoles y la del jueves en la localidad barcelonesa de San Fruitós de Bages, Valladolid, Logroño y el municipio navarro de Viana.
En el último de los accidentes laborales registrado, dos trabajadores murieron en Sant Fruitós de Bages (Barcelona) intoxicados por el gas que emana el tricloroetileno que traspasaban de un depósito a otro, según informaron los Bomberos de la Generalitat.
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Además, las otras ocho personas que en el momento del accidente también se encontraban en las instalaciones de la empresa tuvieron que ser descontaminadas con duchas de agua al haber estado en contacto con el mismo producto, que es tóxico por inhalación, ingestión y contacto.
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Además, en la mañana del jueves, un trabajador de 23 años falleció en la carretera de Villabáñez, en la ciudad de Valladolid, al recibir un golpe en la cabeza tras la ruptura uno de los dispositivos que sujetaba una plancha metálica acoplada a una tolva.
El joven trabajador manipulaba con el puente grúa una plancha metálica acoplada a una tolva, momento en el que, por causas que se desconocen, uno de los dispositivos que sujetaban la plancha metálica se rompió y golpeó la cabeza del trabajador, lo que le causó la muerte.
También el jueves otro trabajador, de 35 años, falleció en las obras del puente nuevo del acceso al hospital San Pedro de Logroño tras sufrir un accidente mientras fijaba, desde la cesta de un elevador, las vigas del puente. Le acompañaba un compañero que resultó herido grave.
Por su parte el miércoles, el responsable de Autobuses La Vianesa S.L., J.A.E., vianés de 60 años, falleció tras ser arrollado por un autobús cuyo alumbrado estaba revisando junto con otros tres operarios en el polígono La Alberguería de la citada localidad.
El vehículo se encontraba en marcha y sin ningún conductor en su interior, estacionado sobre una ligera pendiente dentro de una nave. Según las primeras investigaciones, el autobús se desplazó y alcanzó a J.A.E., que falleció en el acto por asfixia.