El Príncipe: "Nada ni nadie puede compensar a las víctimas del terrorismo"
Don Felipe inaugura el IV Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo, al que asiste la colombiana Clara Rojas
El Príncipe de Asturias ha resaltado la necesidad de una "cooperación cada vez mas efectiva" entre los estados para acabar con el terrorismo "sanguinario" que "desgarra el corazón de todos" y "destroza vidas y familias". Don Felipe, acompañado por la Princesa de Asturias, ha inaugurado el IV Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo, que reúne a más de 400 afectados por esta lacra, entre ellos la colombiana Clara Rojas, liberada hace once días por la guerrilla de su país y que fue acogida, en pie, con un largo aplauso por los asistentes, que guardaron un minuto de silencio por los ausentes.
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"Nada ni nadie puede compensar a las numerosas víctimas de la lacra terrorista por la irreparable pérdida de sus vidas, por el sufrimiento que genera sus heridas o por la dolorosa huella que dejan sus cicatrices", ha dicho el Príncipe en este foro que se celebra en la Universidad San Pablo CEU, donde también ha condenado la violencia y ha expresado el desprecio por los terroristas.
Clara Rojas apuesta por el diálogo
Rojas, liberada el pasado 11 de enero tras permanecer casi seis años secuestrada por las FARC, manisfestó a su llegada a España que a pesar de las diferencias entre España y Colombia, ellas siempre es partidaria "del diálogo en todo sentido".
Preguntada sobre la idoneidad de la vía del diálogo con los grupos terroristas para negociar el fin de la violencia, y en concreto sobre el fallido proceso de negociación con ETA en España, Clara Rojas se limitó a responder que cada país tiene sus propias "complejidades y particularidades", pero que ella siempre es partidaria "del diálogo en todo sentido".
"Uno lo que quisiera es que no hubiera conflicto, que hubiera paz. Parece que los grupos al margen de la ley no están interesados en el diálogo. Esto parece un diálogo de sordos y esa capacidad autista de esos grupos ha generado, según mi impresión, posiciones de derecha que a todos nos preocupa mucho. "¿Cómo es posible que entre seres humanos no seamos capaces de entendernos?", se preguntó.
"Que liberen a todos los rehenes"
En relación con las FARC consideró también que para retirarles el calificativo de terroristas tendrían que comprometerse previamente a liberar a todos los rehenes y a no volver a usar la "práctica inhumana" del secuestro.
"Algo he escuchado sobre la propuesta (del presidente de Venezuela Hugo Chávez). No lo he analizado todavía como para tener una posición final, pero me gusta su compromiso por lograr la paz y liberar a los secuestrados (...) pero para ofrecer retirar el mote de terroristas debería haber un compromiso previo (de las FARC) de que liberen a todas las personas y que no vuelva a secuestrar", afirmó Rojas.
Así se pronunció durante la tarde de ayer en una multitudinaria rueda de prensa en Madrid, donde llegó procedente de Colombia junto a su hijo Emmanuel y su madre para participar en el IV Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo, al que asistirán una veintena de víctimas colombianas, entre ellas el hoy ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Araújo.
Lo principal: los secuestrados
Rojas, que dijo desear "con el alma" que el resto de secuestrados recupere pronto su libertad, pidió a las FARC y al Gobierno de Uribe que "flexibilicen" sus posturas para salvar la vida a los rehenes. "Invitamos o presionamos a los que tienen que tomar decisiones a que flexibilicen algunas de sus posiciones para ver si logramos ponernos una meta, que todos los secuestrados vuelvan a la libertad", subrayó.
En este sentido, confió en que las FARC "recapaciten en algún momento" y que consideren que para lograr sus objetivos es posible no tener que recurrir al secuestro de personas "que nada tienen que ver en esta situación", al subrayar que esa práctica es un "delito de lesa humanidad". "Ni de ellos ni de sus familias depende la decisión para obtener lo que ellos buscan", indicó. También tuvo una mención especial para Ingrid Betancourt, junto a quien fue secuestrada en febrero de 2002.