Ferrán Adriá: "Soy cocinero gracias a la mili"

La definición de genio en el diccionario podría aplicarse a Ferrán Adriá: "Capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables". Adriá es todo un símbolo internacional. Con él hemos descubierto la cocina como expresión de la inteligencia y de la creatividad, y nos ha descubierto sabores y combinaciones inusuales, casi mágicas. El cocinero catalán nos desveló en 'Hoy por Hoy' que es cocinero "gracias al servicio militar".

A Ferrán Adriá se le ha podido ver esto días por Madrid Fusión 2008, una de las ferias de arte gastronómico más interesantes del mundo. Recién nombrado doctor honoris causa, ha pedido libertad y ante los rumores de su retirada, ha desvelado que ésta no se basa en ello, sino todo lo contrario. Lo que quiere es ser feliz centrándose en lo que le gusta: cocinar. Una pasión, que surgió durante el cumplimiento del servicio militar: "Yo soy cocinero gracias al servicio militar. Ya que allí me metieron en la cocina. El ser jefe de cocina para un chaval de 21 años fue una responsabilidad muy grande, pero me fue muy bien".

Adriá recuerda esa época con Juan Regis, el hombre que le seleccionó en la mili para entrar a la cocina. "Las hicimos gordas en la mili y ellos las tenían que soportar por ser lo jefes. Para ser cocinero hay que ser un poco juerguista además de profesional y serio. En aquella época se comía bien en la mili. Hacíamos una tortilla de patatas para 3.000 personas. Aprendí mucho allí", asegura Adriá.

El Bulli, como una obra de teatro

Su restaurante, El Bulli, es mundialmente conocido. Hasta el punto de que para comer allí ya no hay plazas para este 2008 recién comenzado, tal y como nos explica su socio, Julio Soler: "Morir de éxito es peor que administrar la miseria. Yo antes estaba para hacer fiestas, relaciones públicas, traer amigos... Y ahora, cada día quedamos mal con amigos y clientes porque no tenemos sitio. Sólo reservamos de temporada en temporada. 2008 está ya lleno. La capacidad es sólo de 8.000 personas por temporada".

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Y Ferrán Adriá compara el trabajo en su restaurante con el de una obra de teatro: "La gente se queja de que es caro. Pero la producción de El Bulli la hacemos 70 ó 75 personas y los espectadores sólo son 45. Imaginaros una obra de teatro con tantos actores y sólo para un público tan reducido. Pagar la producción de esta obra cuesta mucho dinero. Si lo que hacemos lo pudieran comer mil personas, el precio sería una décima parte".

Exportar el ir de tapas

Para Adriá, "tapear es una forma de vida", es algo puramente español y cree que no sé está aprovechando: "Es el concepto más exportable que tiene este país. Se ha hecho muy mal el marketing. Tapear es una forma de vida. Cuando vamos de tiendas, cuando nos juntamos, es socializarse... Ha habido una evolución de siglos a través de las tapas. Es ahora cuando por primera vez el concepto de tapa se está extendiendo por el mundo".