El presidente de la República italiana comienza una ronda de contactos para decidir el futuro del país

El presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, inició esta tarde la primera ronda de consultas para deliberar el modo de dar una salida a la crisis institucional que atraviesa el país, después de que el primer ministro, Romano Prodi, presentara ayer su dimisión. El jefe de Estado deberá decidir si convoca elecciones anticipadas, que es la opción preferida por los dos principales partidos del centro-derecha, o si crea un Gobierno técnico-institucional, que tendría como objetivo sacar adelante la reforma de la ley electoral.

El primero en acudir al Palacio del Quirinale fue el presidente del Senado, Franco Marini, quien precisamente esta mañana había desestimado la opción de convertirse en primer ministro de un gobierno provisional. "La responsabilidad que tengo es ya grande, por lo que no aspiro a recibir otro encargo", declaró, al tiempo que confió en la "sabiduría y capacidad" de Napolitano para guiar la crisis.

Tras una reunión de 45 minutos con Marini, Napolitano recibió al presidente de la Cámara de los Diputados, Fausto Bertinotti, tras el que empezaron a ser recibidos los representantes de todos los partidos políticos.

Reforma de la ley electoral

Las consultas continuarán hasta el martes, cuando Napolitano se entrevistará con las delegaciones del Partido Democrático de Prodi y la de Forza Italia, del ex primer ministro Silvio Berlusconi, así como con ex presidentes de la República.

Según se desprende de las declaraciones emitidas por Napolitano desde que empezó la crisis, parece que el presidente de la República preferiría formar un gobierno interino, al que encargaría el cometido específico de reformar la ley electoral.

La actual norma italiana favorece demasiado a los partidos políticos, fomentando la proliferación de formaciones minoritarias, hasta el punto de que los partidos no tienen otra opción que presentarse a las elecciones agrupados en una grande y heterogénea coalición. De hecho, ésta ha sido la gran debilidad del Gobierno Prodi, que sólo ha logrado sobrevivir veinte meses y se ha caracterizado por sus constantes divisiones internas.

Prodi descarta repetir como primer ministro

Por su parte, ''Il Profesore'' descartó la posibilidad de volver a ponerse al frente del país para dirigir un gobierno provisional. "No puedo ser yo la persona encargada de guiar un Gobierno para las reformas" ya que "si se pierde en el Parlamento, aunque sólo sea por un voto, significa que el esquema que se tenía ha perdido". En respuesta a quien le preguntaba sobre su dedicación futura, Prodi aseguró sonriendo con un "haré de abuelo".

Prodi, que dimitió ayer tras perder una moción de confianza decisiva en el Senado, seguirá desempeñando el cargo de premier hasta que el presidente de la República, Giorgio Napolitano, tome una decisión sobre el futuro del país, y que presumiblemente sería la de constituir un Gobierno provisional para que saque adelante la ley electoral.

''Il Professore'' habría tenido más posibilidades para llevar al país hacia la reforma de la ley electoral si hubiera presentado su dimisión antes de someterse a la moción de confianza en el Senado, donde no contaba con la mayoría parlamentaria suficiente, tras la salida del minoritario partido de la Udeur de la coalición.

Por esta razón, parece poco probable que Napolitano le vuelva a pedir el encargo de sacar adelante un Gobierno institucional para las reformas, cometido que podría caer sobre uno de los presidentes de las Cámaras o en un experto en política pero sin tendencia definida, con la condición de renovar la ley electoral lo antes posible y convocar elecciones en un tiempo breve de tiempo.

Si Napolitano no lograra definir dicho Gobierno, quedaría la posibilidad de disolver las Cámaras y llevar al país a las elecciones con la norma vigente, opción que rechaza el centro-izquierda pero que cuenta con el apoyo con una parte importante de parte del bando político contrario.