Brown, Merkel y Sarkozy analizan la regulación del sistema financiero internacional
Pequeña cumbre en Londres
El primer ministro británico, Gordon Brown, es el anfitrión de un encuentro en el 10 de Downing Street convocado para repasar la situación económica internacional, la regulación del sistema financiero y el rol de las instituciones financieras internacionales.
A la cita, que será seguida de una cena de trabajo, acudirá la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy y el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso. También está previsto que acuda el italiano Romano Prodi.
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La reunión de Londres se enmarca en el seguimiento de la declaración conjunta suscrita por Brown, Merkel y Sarkozy sobre la estabilidad de los mercados financieros publicada durante el Consejo europeo de Lisboa celebrado el pasado octubre.
En concreto, se hará una puesta al día de los trabajos llevados a cabo por el G7, el Foro de Estabilidad Financiera y el Ecofin para promover la estabilidad financiera internacional, informa el Elíseo en un comunicado. La reunión de trabajo comenzará a las 17.30 horas y a las 19.30 horas está prevista una comparecencia conjunta ante la prensa. La cena comenzará a las 20.30 horas.
Debilidades
Sarkozy considera que ha llegado el momento de que los principales actores económicos, tanto antiguos como nuevos, lleven a cabo una "concertación estrecha y discreta" para tratar con seriedad las dos grandes debilidades del sistema internacional actual: el desequilibrio monetario y la falta de transparencia de los fondos.
Durante un reciente discurso ante el Cuerpo diplomático acreditado en Francia, Sarkozy advirtió de que el desequilibrio monetario "persistente" es peligroso y que la ausencia de transparencia y de reglas suficientemente exigentes para los fondos y los productos financieros pueden ser, en caso de accidente, "una grave amenaza para el mundo entero".
Sarkozy llegará a la capital británica con la sombra del mayor fraude financiero conocido de la historia, cometido en la segunda entidad bancaria francesa, Société Générale, a la que hoy ha pedido asumir responsabilidades y extraer las consecuencias de la crisis que atraviesa por el agujero de 4.900 millones de euros que un bróker de 31 años ha dejado en las cuentas del banco.