Disuelve un pleno municipal para "irse a comer"
El alcalde de Zierbena, Vizcaya, interrumpe la reunión después de que el secretario le advirtiera que su horario de trabajo había terminado
La defensa de la conciliación de la vida laboral con la familiar está detrás de la suspensión de un pleno municipal. Al menos eso es lo que argumentó el secretario del ayuntamiento de Zierbana, en Vizcaya, cuando minutos después de las 15.00 horas instó al alcalde a disolver el pleno porque su horario de trabajo había terminado y era el momento de "irse a comer". El primer edil accedió a la petición y dejó en el aire cuestiones que el representante de ANV se disponía a trasladarle, según ha informado hoy la edición digital de El Correo.
Con la comida no se juega y con los horarios dedicados a la familia, tampoco. El primer edil del consistorio vasco, Marce Elorza (PNV), respaldó la petición del secretario, según el diario vasco, y ordenó la disolución del pleno. La oposición no daba crédito. En el aire se quedaban las diez preguntas del representante de ANV, Juanjo López.
La reunión había comenzado a la nada consensuada una del mediodía. Y es que los grupos de la oposición ya habían protestado en anteriores ocasiones por considerar que celebrar los plenos a esa hora del día no respetaba la conciliación de la vida familiar.
El alcalde tiró de la ley para justificar su decisión. Marce Elorza explicó al diario que «las preguntas no pueden realizarse de forma oral en el pleno, sino que deben entregarse por escrito y con tres días de antelación», según el reglamento orgánico municipal (ROM).
Pero Juanjo López replicó que «no pueden disolverlo porque les apetezca o tengan que marcharse a comer» porque, según él, "la ley sí que permite realizar consultas orales durante las sesiones". El representante de la izquierda abertzale aseguró en declaraciones al periódico El Correo que en el propio ROM se recoge que los plenos pueden prolongarse «a lo largo de todo el día si es necesario».
