Una juez de Barcelona imputa por narcotráfico a seis guardias civiles y un policía
Los siete agentes están relacionados con una investigación por el robo de 500 kilos de cocaína del puerto de Barcelona
Seis Guardias Civiles y un ex inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía de Barcelona están declarando ante un juez de Martorell que les acusa de narcotráfico, corrupción, asociación ilícita, soborno y revelación de secretos, en el marco de una investigación por el robo de 500 kilos de cocaína del puerto de la Ciudad Condal. El juez ha dictado prisión para dos de los tres imputados que han declarado, en uno de los casos eludible con una fianza de 3.000 euros.
La investigación se inició el día 24 de enero del 2005 cuando salto la alarma por el robo de cocaína de un contenedor del puerto de Barcelona que estaba siendo sometido a vigilancia.
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Según los datos de la investigación judicial a los que ha tenido acceso la Cadena SER, un ex inspector jefe de los grupos UDICO de la Policía Nacional, un subteniente de la Guardia Civil de la unidad antidrogas, cuatro agentes de la Unidad de Policía Judicial de la comandancia de Barcelona y otro, destinado en el destacamento del puerto colaboraron activamente en el robo del contenedor con la banda criminal que dirigían los peligrosos delincuentes Daniel Ribelles, alias "el Bolo" y Javier Segura, alias "Trapero". Por cierto, Ribelles y Segura, en libertad provisional por esta causa, ingresaron en prisión incondicional hace una semana cuando, también por sorpresa, fueron citados a declarar.
Según la juez, los agentes imputados informaron a los delincuentes de la existencia del contenedor y de la forma en la que debían de actuar para evitar ser detenidos. Además, una vez ejecutado el golpe, fueron los responsables de "colocar" la mercancía en el mercado negro. Los agentes cobraban por sus servicios jugosos dividendos que, en algunos casos, invertían en operaciones inmobiliarias que también están siendo investigadas. En concreto y según la juez, el ex inspector jefe de la policía, imputado "cobraba de la banda por facilitarles información reservada sobre investigaciones policiales que les pudieran afectar".
Para la juez y el fiscal éste no es un caso aislado. Se cree que los delincuentes imputados, actuando en connivencia y acuerdo con los guardias civiles y el ex inspector de policía, "se venían dedicando, desde hace años, a organizar y ejecutar robos de contenedores" que, como en el caso que nos ocupa, "eran objeto de entregas controladas por la autoridad judicial".
La investigación se inició en enero de 2005, pero el reciente testimonio de dos arrepentidos y, fundamentalmente, la existencia de una sentencia dictada el año pasado por un tribunal Francés que ha condenado por narcotráfico a dos miembros de esta banda detenidos en aquel país con mercancía procedente del robo del puerto barcelonés, han motivado que la juez y la fiscalía se hayan decidido, tres años después, a dar un nuevo impulso a la investigación. Es según fuentes judiciales, uno de los presuntos casos de corrupción policial más importantes que se han investigado en Catalunya durante los últimos años.
El origen de la investigación
El 22 de Noviembre del 2004 llegó al puerto de Barcelona el buque "Hispanota" y descargó un contenedor frigorífico cargado de gambas congeladas. Entre la mercancía "oficial" se escondían 974 paquetes de un kilo cada uno de cocaína. En total 1.077 kilos. La D.E.A. alertó a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de la presencia de droga en el interior de este contenedor, el MWCU-614017-6. Se dispuso un operativo encubierto para detener a las personas destinatarias de la mercancía.
El día 23 de Enero del 2005, es decir dos meses más tarde, los agentes del Grupo de Escuchas de la Guardia Civil interceptan la conversación entre diversos delincuentes comunes investigados por diversos delitos, que hablaban entre ellos del robo de droga del mencionado contenedor. El golpe se acababa de perpetrar sin que los agentes encargados de vigilar el contenedor se percatasen de la acción.
Comprobada la evidencia del robo, los agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil inician una sigilosa investigación que se prolonga por espacio de cinco meses hasta que la juez encargada del caso, la instructora número 3 de Martorell, ordena la detención de un grupo de delincuentes con numerosos antecedentes a los que se encarcela, en aquel momento?"como autores materiales del robo". Entre los detenidos se encuentran Daniel Ribelles, alias "el Bolo", Javier Segura, alias "Trapero", David Barba, alias "Chucho" y Antonio Bals, alias "Gordo". Todos ellos ingresan en prisión y siete meses después, tras el pago de contundentes fianzas, quedan en libertad con cargos.
El caso permanece estancado y los intentos de la Guardia Civil para que la juez procese a los guardias y al ex inspector de policía por su "manifiesta connivencia con los delincuentes" resultan infructuosos. La juez no mueve ficha. Tres años después, la fiscalia anticorrupción se hace cargo de las diligencias y, a través de un contundente informe fechado el pasado cuatro de febrero, insta la reapertura e impulso de la investigación. Lo hace por dos motivos:
Primero: la declaración de un arrepentido, Antonio Serrano, alias "Gaucho", miembro de la banda, que aporta nuevos datos incriminatorios sobre los delincuentes comunes ya procesados y sobre los Guardias Civiles y el Policía imputados. Además, la fiscalía tiene conocimiento de que un tribunal francés de Nancy acaba de condenar a los delincuentes Salvador Argente y a Jorge Benaven a cinco y tres años de cárcel respectivamente por blanqueo de capitales y narcotráfico tras ser detenidos, hace dos años en aquel país, con droga procedente del contenedor del Barcelona.
La juez reacciona a la petición de la fiscalía anticorrupción y contra la criminalidad organizada y a principios de este mes de febrero ordena el secreto de las actuaciones y cita a declarar, el pasado lunes día 11 de Febrero al arrepentido Antonio Serrano, alias "gaucho". Cuatro días después, el pasado viernes día 15, la juez toma declaración a Daniel Ribelles y a Javier Segura y decreta contra ellos prisión incondicional por tráfico de drogas, blanqueo de capitales, delito contra la hacienda pública, detención ilegal y lesiones.
Esto ocurrió el pasado viernes. Hoy miércoles, es decir, 5 días después, la juez ha citado a declarar a los guardias civiles y al ex inspector de policía y, ahora si, les ha imputado por corrupción, soborno y pertenencia a banda criminal. Ha ordenado su ingreso en prisión en lo que en fuentes judiciales se considera el caso más importante de corrupción policial detectado en Cataluña en los últimos años.