Ocho soldados estadounidenses mueren tras una explosión en Irak
Con estas bajas mortales, ya son 3.983 los militares estadounidenses muertos en Irak desde la ocupación en marzo de 2003
Al menos tres soldados estadounidenses y un intérprete han muerto tras la explosión de una bomba colocada en la carretera de la provincia de Diyala, en el norte de Irak, según han informado hoy fuentes del Ejército norteamericano. El ataque tiene lugar un día después de que perdieran la vida cinco soldados estadounidense en un atentado suicida
Los terroristas suicidas también mataron a cinco iraquíes en dos bombardeos en la provincia de Diyala ayer por la mañana. Entre ellos se encontraba un un jeque que ayudó a combatir a extremistas Sunitas y su sobrina de cinco años.
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Cuatro de los soldados estadounidenses fallecieron tras recibir una ráfaga de disparos en Bagdad, mientras que otro murió más tarde por las heridas del ataque, según fuentes militares. Los soldados pertenecían a la división multinacional desplegada en Bagdad. Un intérprete iraquí también fue herido en la explosión y luego murió, según han comunicado los funcionarios. Los primeros informes han indicado que el bombardero llevaba un chaleco explosivo.
"Pido que tengan presentes a estos héroes caídos y a sus familias en sus pensamientos y oraciones" ha dicho el coronel Allen Batschelet, jefe de personal para Bagdad de la división multinacional. "Estamos convencidos de proteger a la gente de Irak", ha remarcado.
La explosión representa una nueva marca en la lista que contabiliza las muertes del ejército de los Estados Unidos, ya que cinco soldados fueron asesinados el 28 de enero en un bombardeo en la carretera en Mosul. Las tropas mataron a un insurrecto saudita cuya red era responsable de aquel ataque.




