Varios muertos tras los incidentes más violentos en 20 años en el Tíbet
China acusa al Dalai Lama de orquestar los disturbios
Las fuerzas de seguridad chinas han reprimido hoy con dureza las manifestaciones en Tíbet contra la ocupación china, que se extienden por todo el país tras varios días de agitación. Lhasa ha sido escenario hoy de las peores protestas en casi dos décadas y el resultado ha sido un duro enfrentamiento entre los cientos de manifestantes anti-chinos y los agentes antidisturbios. Varias personas han muerto, según informan fuentes médicas de Lhasa, mientras que los manifestantes han quemado coches y comercios. El Dalai Lama culpa de los disturbios al "arraigado resentimiento" de los tibetanos hacia China, mientras que Pekín ha acusado a "la camarilla" del Dalai Lama de orquestar los incidentes.
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El líder tibetano en el exilio, el Dalai Lama, ha pedido a las autoridades chinas que no respondan con la "fuerza bruta" a los manifestantes, cuyas protestas ha definido como la "manifestación de un arraigado resentimiento de los tibetanos hacia el Gobierno chino".
Además, se ha dicho "profundamente preocupado" por la violencia en el país, por lo que ha llamado a Pekín a "contener el resentimiento tibetano mediante el diálogo con el pueblo". El gobierno chino de Tíbet ha dicho que los disturbios han sido "orquestados por la camarilla del Dalai Lama", según informa la agencia china Nouvelle.
Las protestas se han desencadenado por la mañana, después de varios días en que los monjes budistas han manifestado pacíficamente por las calles su descontento con el dominio chino. Hasta tal punto que los soldados y policías han rodeado algunos monasterios para impedir la salida de los monjes.
Esta mañana, las marchas pacíficas de los monjes han dado paso a violentos incidentes: Unos 400 manifestantes se han concentrado junto al templo de Jokhang y se han enfrentado a unos 1.000 agentes antidisturbios. Los manifestantes han incendiado vehículos y tiendas clamando por la independencia de Tíbet, lo que ha desencadenado graves disturbios.
Pekín ha dificultado a los medios de comunicación el acceso a la información sobre estos incidentes, y más cuando apenas quedan unos meses para que China muestre al mundo su nueva cara en los Juegos Olímpicos de Pekín. Pekín está embarcado en una campaña de imagen para hacer que sus Juegos sean un éxito. Las protestas coinciden también con el 49º aniversario del levantamiento fallido contra la dominación china que obligó al Dalai Lama a exiliarse en 1959.