Detenido el presunto extorsionador de dos menores de las que obtuvo fotos sexuales por Internet
Contactó con ellas por ''messenger'' y los padres pagaron 5.000 euros para que no distribuyese las imágenes que consiguió por la ''webcam''
La Policía peruana ha detenido a un individuo de esa nacionalidad que extorsionaba presuntamente a la familia de dos menores españolas residentes en la provincia de Tarragona, y de las que había obtenido fotos y vídeos de contenido sexual contactando a través de Internet, informaron fuentes policiales. El arrestado había sido previamente indentificado y localizado por la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Policía española.
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La BIT había solicitado la colaboración de la División de Delitos de Alta Tecnología de la Policía Peruana, que finalmente detuvo al hombre, de 29 años, y le acusó de distribución de pornografía infantil a través de Internet, extorsión de menores y exhibicionismo sexual. Los padres de dos menores, unas hermanas que cuando ocurrieron los hechos tenían 12 y 16 años, denunciaron a finales del pasado año que sus hijas estaban siendo objeto de chantaje por parte de un individuo.
Este sujeto, tras seducirlas utilizando programas de mensajería instantánea, obtuvo fotos y vídeos de naturaleza sexual y las amenazaba con publicar sus imágenes si no le pagaban una determinada cantidad de dinero.
La familia llegó a ingresar más de 4.700 euros al extorsionador para que las fotos no fueran publicadas ni enviadas al círculo social de las niñas. Aun así, fueron nuevamente chantajeadas en repetidas ocasiones hasta que los padres denunciaron los hechos y la Policía le detuvo en Perú.
La Brigada de Investigación Tecnológica, de la Comisaría General de Policía Judicial, estableció diversas coincidencias entre las distintas identidades adoptadas por el implicado y localizó el origen de las acciones delictivas en Perú.
Además, se hizo un seguimiento del dinero enviado por los padres, que junto al resto de de indicios, centraron los perfiles del autor en Internet. Los agentes consiguieron identificar a la persona que estaba sometiendo a las niñas y su familia al chantaje.
La División de Delitos de Alta Tecnología de la Policía peruana estableció un dispositivo que concluyó con la detención del autor de los hechos: Ricardo Javier M. N., de 29 años, nacido en Chiclayo (Perú), quien pasó a disposición judicial acusado de distribución de pornografía infantil a través de Internet, extorsión de menores de edad y exhibicionismo sexual a menores.
Tras el examen del material intervenido en su domicilio se ha comprobado que este individuo actuó de igual forma con otras menores cuya identificación se está comprobando por la Policía Peruana en colaboración con la Policía Nacional española.
Grooming
El detenido seducía a niñas menores de edad a través de programas de mensajería instantánea, tipo Messenger, y mediante técnicas de ''ingeniería social'', con amenazas escaladas, conseguía que se desnudasen delante de la webcam.
En el caso concreto de esta denuncia, persuadió primero a la adolescente de 16 años. Después de obtener algunas imágenes comprometidas, aumentaba las amenazas exigiendo sesiones de desnudo cada semana bajo el chantaje de difundir las primeras grabaciones a los contactos y amigos de la víctima.
Posteriormente, mediante engaños y bajo amenazas de comercializar los videos, empezó a solicitar dinero alegando distintas necesidades familiares, una práctica con menores conocida como ''grooming''.
El autor asumió diferentes identidades para someter a engaño a las menores, y paralelamente contactó con la hermana de esta primera víctima. En este caso se hizo pasar por un "hacker" y amenazaba a la niña, de 12 años, con borrar todos los datos del ordenador si no se desnudaba también ante la webcam y se realizaba tocamientos.
En otras ocasiones el detenido adoptaba otra identidad e incluso la hizo creer que eran novios para mantener cibersexo con él. Con toda esta serie de engaños y extorsiones sobre las niñas, esta persona consiguió un importante número de videos pornográficos de menores, así como casi cinco mil euros de las dos niñas, mandados por su familia debido al temor de que se publicaran las imágenes obtenidas en su círculo de amistades con el consiguiente efecto que pudiera tener para las menores.
La peligrosidad de este individuo se pone de manifiesto al analizar su "modus operandi". El detenido tenía acceso a sus víctimas mediante el uso de la red de mensajería instantánea a través de Internet, muy utilizada por menores, donde las personas se comunican mediante texto en tiempo real, con la posibilidad de intercambiar fotografías y conectar una video cámara para transmitir imagen. Una imagen que puede falsearse para simular otra identidad; en este caso, la de un menor, con lo que ganaba la confianza de sus víctimas.
Esto supone que el autor tiene conocimientos avanzados del uso de las herramientas informáticas para explotar las posibilidades de simulación y así conseguir su propósito delictivo.