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Una mujer denuncia al control de aeropuertos por exigirle quitarse los 'piercings' de los pezones

Hamlin fue llevada a un recinto cerrado donde los agentes, que se reían, según la mujer, esperaron a que se retirase los 'piercings', para lo que fue necesario el uso de alicates

Una mujer acusó a agentes federales de un aeropuerto del estado de Texas (EEUU) de obligarla a quitarse los "piercings" que lleva en los pezones para poder subir al avión. Mandi Hamlin, de 37 años, ofreció una conferencia de prensa en la que exigió una disculpa de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) por el trato al que fue sometida y amenazó con acudir a los tribunales si ésta no se produjese.

El pasado 24 de febrero, Hamlin acudió al aeropuerto de Lubbock en el estado de Texas para realizar un vuelo a la ciudad de Dallas, donde reside su tío.

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A pesar de superar los controles de seguridad estándar, los agentes le requirieron un segundo registro, en el que detectaron varios objetos metálicos en el cuerpo de la mujer y le solicitaron que se los quitase por motivos de seguridad.

Según la versión de Hamlin, ella informó a los miembros del control que llevaba 'piercings' en los pezones y se negó a quitárselos.

Humillante

"Después de que se ponga un aro en un pezón, la piel de alrededor se cierra y puede ser extremadamente difícil y doloroso sacarlo. Además, una vez retirado, la piel se cierra inmediatamente, lo que hace también complicado y doloroso volverlo a poner", alegó Hamlin en una carta que envió a la TSA.

Ante la mirada de los curiosos, Hamlin fue llevada a un recinto cerrado donde los agentes, que se reían, según la mujer, esperaron a que se retirase los 'piercings', para lo que fue necesario el uso de alicates, mientras Hamlin lloraba y pedía que le dejasen mostrar los 'piercings' en lugar de extraerlos.

Sin embargo, los agentes le dijeron que "no podría volar si no se los quitaba", comentó Gloria Allred, abogada de la víctima, quien añadió que Hamlin "se sintió humillada por la situación que los oficiales de la TSA le hicieron pasar".

En el ombligo no importa

Terminado el proceso, Hamlin volvió a ser inspeccionada y se acordó de que también llevaba otro aro en el ombligo. Se lo comentó al oficial, que le dijo que bastaba con realizar una comprobación visual y no era necesario que se lo quitase.

"No le deseo esta experiencia a nadie. Me sentí sorprendida, avergonzada, humillada y atemorizada", confesó Hamlin.

La TSA emitió un comunicado en el que reconocía que los procedimientos causaron problemas a la pasajera. "Lamentamos la situación en la que se encontró. Agradecemos que nos haya alertado de que esto pasaba y cambiaremos el sistema para asegurarnos de que no ocurre de nuevo". No obstante, el organismo federal se defendió, y señaló que es su deber de cara a los estadounidenses "resolver cualquier alarma que descubrimos", e indicó que los terroristas podrían utilizar zonas íntimas del cuerpo para esconder objetos peligrosos.

Allred, por su parte, ironizó al respecto. "La última vez que lo revisé, un pezón no era un arma peligrosa",

 
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